sábado, 9 de mayo de 2009

Lista de ENTREGAS ANTERIORES PRAS. VERSIONES

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Esta lista hace referencia a publicaciones cuyos nombres aquí enumerados puede buscarse en Internet a través de algunos buscadores convencionales.
Seguimos procesando esta Lista. Algunos faltantes se irán incorporando paulatinamente.
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PRIMERA (Fondo Verde) SEGUNDA (F. Lila)
1Bolas Criollas :
73 ¿Por qué le pica a usted la nariz? :

008_06-12-KK2
EL CARÁCTER HISTÓRICO DE LA DIETA ALIMENTARIA
Manuel C. Martínez M.

¿Sabía Ud. que ese delicioso mondongo, tan criollo como comer mamones sin lavarlos, tiene un origen esclavista?
El caso es que, mientras hubo esclavitud, como forma de vida y de producción, el esclavista hizo beneficiar su ganado vacuno y se reservó los mejores músculos (carnes) para su consumo personal. Es de inferirse que las vísceras, patas, rabo y demás tejidos involucrados eran las piezas que servían de alimentación a los esclavos, quienes supieron ingeniárselas, primero con sal común y luego con especias yerbales, para imprimirles la apetitosidad que hoy brindan al paladar de muchos comensales y comilones de lo más refinados.
Con el ganado porcino ocurrió otro tanto: de allí arranca el conocido <>, el <> y, muy especialmente, el crujiente y pingüedinoso chicharón que no es más que un vulgar cuero disecado por alta cocción.
Por supuesto, si a Usted lo alimentan con semejante dieta desde que lo destetan le habrán modelado el paladar, y su lengua quedará especializada para el gusto de aquellos platos.
Ahora bien, estas comidas confeccionadas con desechos no son menospreciables en sí mismas ya que, por ejemplo, el tejido vegetativo animal (musculatura lisa) posee las mismas cargas proteínicas contenida en la musculatura estriada (solomo, lomito, muchachos, lagarto de la reina, gallinita, etc.), y al fin y al cabo han dado vida a muchas generaciones a lo largo de la historia de la sociedad humana.
Sucede que, al igual que cualquier desperdicio productivo, son de bajo costo de producción y de bajo precio en consecuencia, frente a las demás mercancías alimentarias, por lo cual se avienen muy bien a los reducidos ingresos salariales de la población trabajadora, principalmente la llamada clase obrera.
Es aquí donde el trasfondo histórico de las condiciones económico-sociales aflora con gran diafanidad: Así como los esclavistas escatimaban los costos de manutención de sus trabajadores, así, los patronos burgueses hacen lo suyo propio, habida cuenta que a menor costo de vida, por causa de comidas baratonas (empanadas, perros calientes, teretere, aguardientes de tercera,...), menor exigencia salarial por parte de los trabajadores, y, con ello, mayor ganancia para los explotadores modernos quienes también, hoy por hoy, reservan para sí las mejores comidas y <> en general.

2 Piñatas alienantes :
02-- 917Año XyVIII 2l/mayo/l998 Manuel C. Martínez M.
SADELAS
Sociedad Amigos de la Salud
02_11_KK2
Las ALIENANTES y CRIOLLAS PUERILES PIÑATAS
Ud. fue uno de los primerísimos invitaditos de aquellas infantiles fiestas, y también a Ud. le tocó ser un anfitrioncito en las que le hicieron en uno que otro de sus cumpleañitos. Recordará que el encanto de dichas fiestas lo ponía la tradicional y católica PIÑATA, aquella que, luego de hacerse con pesadas ollas de arcilla -causantes de algunos casos de niños contusionados con los guijarros que aterrizaban en la cabezas de los bailadores-, fueron hechas de cartón, a partir de las cuales los variados tipos de piñatas comenzaron a ser moldeados zoomorfa y antropológicamente, y representativos de los animalitos más INDUCIDAMENTE queridos: ratoncitos, perritos, pollitos; pajaritos, muñecas y muñequitos.
Pues bien, con esas prácticas, promovidas y dirigidas por los papás y mamás, de lo más entusiastas, se ha venido prefabricando,. de la manera más irresponsable e inconsciente, una conducta sui géneris de adultos predispuestos o chapados para el maltrato de animales y de personas, ya que no se esperaría otra respuesta de unos adultos a quienes, como niños, se les enseñó a caerle a palos a sus coloridas piñatas.
Verdaderamente espeluznante resulta, p. ejem.: Una hermosa figura de rubia niña vestida antañonamente, que es realmente guindada por su cuello y sometida a torturantes templones de subida y bajada; es furiosamente apaleada repetidas veces por todos los niños invitados, y finalmente destripada con profuso derrame de sus acarameladas vísceras, mismas que salpican a los propios victimarios y protagonistas de tan macabro espectáculo (sólo para adultos).
Por supuesto, que esos niños son instantáneamente inocentes, pero en su adultez, muy probablemente se verán impulsados a responder con los estereotipos subliminalmente incubados, como ese de la muerte por apaleamiento aplicado a los muñecos usados en esas alienantes y pueriles fiestas venezolanas. Si a esto se suma ( hoy, dentro de la V república venezolana) el empleo de piñatas alusivas a la cabeza de determinados personajes de la vida pública, la subliminalidad morbosa estaría traduciéndose en futuros sicarios para la Política Contemporánea por venir.

76 Las cumplibles profecías de Nostra Damus

77:
SADELAS
Ondas simétricas y concéntricas
(La función decide la estética)

En lenguaje dialéctico, habríamos escrito: La materia deriva en pensamientos.
Tales tres condiciones (armonía, correspondencia y simetría), casi pares entre sí, son observables a menudo en muchos y variadísimos fenómenos cotidianos, y muy especialmente en utensilios, muebles e inmuebles que nos son tan familiares
Cuando arrojamos una piedra en un estanque de aguas en reposo solemos observar la formación de ondas simétricas y concéntricas que aparecen alrededor del sitio donde dicha piedra haya caído. Vale la pena precisar si esas ondas responden a la forma geométrica original del objeto lanzado: si se trata de un cubo, pensamos que deberían formarse cuadrados paralelos, y si se trata de una forma triangular, de esta deberían ser también las ondas en cuestión.
. Así tenemos las aspilleras o atalayas propias de los fortines y torres medievales. En estos espacios solía colocarse las fogosas armas de guerra, de tal manera que los soldados podían disparar y estar escudados al mismo tiempo. El caso es que esa configuración que tan simétricamente observamos con sus ventanas alternadas, justo en los bordes de los capiteles, fueron hechos necesaria y funcionalmente onduladatorios, y han terminado encantándonos con su arquitectónica belleza.
Tenemos así a los encantadores y bellos músculos femorales, particularmente los suaves, curvilíneos y delineados muslos femeninos. Si estos órganos de locomoción adoptaran otra configuración geométrica que no fuera la cónica regular, sino, digamos por caso, la cilíndrica, entonces, de locomotrices, tales extremidades pasarían a ser frenos para la caminata. Si no, pregúntenselo a quienes sufren de obesidad exagerada o a los pacientes de podálisis connatural.
Cuando vemos un piano de cola, no podemos menos que darnos cuenta de su forzosa triangularidad. Esta le viene impuesta por la funcional disposición de sus cuerdas, desde la más gruesa y larga hasta la más corta y delgada, que garantizan armoniosa, correspondiente y simétricamente la tonalidad in crescendo que se desenvuelve de graves a agudos.
Cuando los citadinos y <> usamos las hamacas o chinchorros para acostarnos y dormir, apreciamos que se trata de unas redes donde sólo podemos estar cómodos cuando adecuemos nuestras prendas de vestir a las ya obsoletas vestimentas de los primitivos indígenas que pioneramente las diseñaron. Efectivamente, resulta incomotísimo tener que estar desenrollándonos la camisa o reacomodarnos los pantalones o pijamas al menor de los movimientos que armonicen nuestra anatomía a la cóncava y elíptica forma que las caracteriza. Los guajiros, por ejemplo, con sus guayucos, tipo <>, se desenvuelven divinamente allí, en su antiquísimas y prístinas camas, por muchísimos que sean sus movimientos se subir y bajar.
Cuando arrojamos una piedra en un estanque de aguas en reposo solemos observar la formación de ondas simétricas y concéntricas que se forman alrededor del sitio donde dicha piedra haya caído. Vale la pena precisar si esas ondas responden a la forma geométrica original del objeto lanzado: si se trata de un cubo, pensamos que deberían formarse cuadrados paralelos, y si se trata de una forma triangular, de esta deberían ser también las ondas en cuestión.
La formación de arena y arenillas en las playas es bien conocida. Inferimos que tal formación arenosa responde al juego de fuerzas de impulsión y repulsión de las olas marinas y de las corrientes fluviales. En razón del volumen de los cuerpos rocosos arrastrados, estos son lanzados por el agua misma fuera del cauce del río a su paso , y estos cuerpos irán cayendo unos más lejos, y otros más cerca desde donde serían devueltos por el agua que gravitacionalmente regresa al cauce, y tiende a recuperarlos , aunque ya no volverán a su sitio de partida porque la fuerza de retorno es menor que la del impulso que los va colocando en las riberas del río, o la fuerza regresiva de las olas marinas va devolviendo hacia el mar aquellas piedrecillas que cedan a su impulso y en función de su peso y correspondiente volumen, de tal manera que los cuerpos menores logran ser menos afectos de la fuerza de retorno y van estancándose en las orillas de las playas correspondientes. Un proceso de decantación da cuenta de la sedimentación de las piedras menores que a su vez entraban la caída de las que les siguen en tamaño menor hasta dimensiones casi microscópicas.
Tales son una muestra, a manera de avance, de cómo la funcionalidad precede la belleza, cómo los medios se adecuan a los fines y de cómo nuestro poder creativo debe ajustarse a los medios disponibles para la hechura de las obras que emprendamos.
Manuel C. Martínez M.
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79 La moda transetaria

SADELAS
Las modas transetarias
Hubo una época durante la cual las modas de ambos géneros aparecían razonablemente diferenciadas para niños, gente joven, adultos medios y para los hoy llamados terceretarios, pero que yo llamaría <>. Ni qué decir que para entonces no existía la moda <> o <>.
Ocurrió que, en su indetenible conversión de todos los productos en mercancías, y de todos los habitantes en sus usuarios consuetudinarios, el sistema económico mundialista e industrial no se paró en hueso. Ha sido así cómo la tradicional moda de los niños, por ejemplo, ha ido poco a poco siendo clonada con la ropa de sus padres. Vemos así niños enfluxados, y niñitas engalanadas con prendas de vestir que ya envidiarían sus mamás para asistir a tremenda discoteca.
Digamos que en cuanto a los niños, los modistas muy psicológicamente asesorados han caído en la cuenta que lo que a las madres les cae bien, así caerá para sus hijos. También la vestimenta de los terceretarios ha ido reemplazándose por unas ropas que de ninguna manera se avienen a los años cumplidos.
De esa manera, nos encontramos con unos industriales del vestido que han reducido su clientela al exclusivo modelaje de la gente de edad intermedia entre niños y mayores, porque sencillamente la moda tradicionalmente más cambiante es la propia de gente joven o de término medio, la que responde ante el mercado de las pasarelas con su seda y su rayón, con toda su carga de veleidades y frivolidades propias de su romanticismo en ciernes e inestabilidad emocional. En Europa visten así a sus excedentes de avanzada edad, y a América, a sus hiperabundantes chamos.
Esos trastrocamientos en la manera de vestir y calzar se fincan en el deseo intrínseco que todo persona <> alberga en su corazón: Sentirse ante su espejo eternamente joven aunque sea gracias al ropaje que le hace suspirar por volver a los años mozos, y detenerse en ellos, y para que de esa manera la carga de rasgos de adulto mayor supuestamente le pasen inadvertidos a los curiosos ojos de sus coetáneos, y de quienes también han tomado prestada para sí una moda que a todas luces resulta extemporánea y transetaria.
Manuel C. Martínez M.
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4 Dialéctica de los montes:
Sociedad amigos de la salud
4_28_08-2000
DIALÉCTICA de los MONTES
No, en los montes no todo es "monte y culebra". Los montes de allá y de acá presentan una particularidad que los hace sui géneris: resulta que es un medio rural por excelencia, con vericuetos por allí y por aquí, y que no ha dejado de ser el mismo agreste , primitivo y natural escenario de hombres y animales. Porque mientras los regímenes habitacionales citadinos se caracterizan por un desenfrenado tabicaje, expresión del individualismo exacerbado, los montes carecen de paredes, de cortinas y demás divisiones culturales. Sin embargo la dialéctica o contradicción lógica de los montes nos viene dada por el recurso que tienen de permitirle a uno ocultarse de los intrusos, evadir miradas imprudentes y llevar una vida bastante privada en medio hasta de la carencia de hábitats individuales. Por el contrario, la ciudad sólo oculta a quien se halla dentro de su casa particular o de determinado hospedante. Nadie en las ciudades puede satisfacer ninguna necesidad de aguas mayores o menores sin temor del siempre ojo avizor de los imprudentes. En los montes no: allí cualquier montecito o gamelotal puede servir de habilitado urinario o defecario. Para escenas y momentos románticos,¡ ni se diga!. Los m. tienen el encanto de la privacidad en medio del cielo abierto. Por esto decimos que los m. se nos muestran contradictoriamente dialécticos. Carecen de divisiones particulares y poseen, al mismo tiempo, un amplio menú de reservados al aire libre. Les RECUERDO a mis LECTORES el CORREO de la PÁGINA PRINCIPAL supra para la solicitud de la producción sadelasiana cumplida hasta ahora. Son un millar aprox. Próxima entrega: El ORIGEN HISTÓRICO de la DIETA ALIMENTARIA.
mailto:marmac@cantv.net?subject=Retroalimentación
index.html
Segundo_paquete_de_sadelas_publicadas.htm
Tercer_paquete_de_sadelas_publicadas.htm
80 Luces y moral
5 83 Así se configura el fascismo en Venezuela
6 Petróleo y mano de obra petroleros
84 Los camellos de Malba Tahan
SADELAS
Los hombres que calculamos
Como bachilleres que fuimos, tenemos que recordar el famoso problema del reparto de la herencia de 35 (X) camellos, a razón de: 1/2X; 1/3X, y 1/9X, según instrucciones testamentarias que el de cujus dejó para sus tres hijos.
Los calculistas que se han ocupado en la solución de dicho problema, hasta donde yo sé, se han limitado a exponernos la que empíricamente elaboró <>, y pensamos que éste lo hizo con la pedagógica esperanza de que los estudiantes le dieran la explicación algebraica correspondiente.
Bien, Sadelas ofrece a sus lectores la única solución matemática que resuelve el aparente enigma de cómo Beremiz Samir se hizo partícipe de la herencia en cuestión, sin mermar en nada las alícuotas de los herederos, y hasta terminó asignándoles un poco más de lo que testamentaria y matemáticamente debían recibir.
Esta es la solución:
(1/2 + 1/3 + 1/9) X = [(4,5 + 3,0 + 1,0)/9] X = (8,5/9) X < x =" 35,">
85 Solución para las paradojas de Zenón
SADELAS
Solución para las paradojas de Zenón
También las incógnitas irresolutas a la fecha nos enferman espiritualmente. Sadelas se propone resolver ahorita una de las más antiguas aporías (paradojas). Quizás la más divulgada es la referente al veloz y mitológico Aquiles y la lenta tortuga. Se le atribuye a Zenón, quien, como filósofo de la escuela eleática, intentó convalidar la imposibilidad del movimiento, o, por lo menos, es la intención que le atribuyen sus biógrafos.
Las versiones que nos han legado algunos matemáticos y filósofos la exponen como sigue:
Dada una distancia, Aquiles no alcanzaría jamás a la lenta tortuga, si le ha dado una ventaja de partida. Efectivamente: Aquiles debería cubrir primero la mitad del recorrido de dicha ventaja, momento para el cual la tortuga habría avanzado un nuevo segmento. De seguidas, A. cubriría la nueva mitad de la diferencia espacial remanente y la tortuga haría lo suyo por su lado. Estos movimientos simultáneos de ambos competidores terminan haciendo matemáticamente imposible la cobertura total de la ventaja que A. permitió a la t. En consecuencia, el movimiento entre ambos corredores quedaría anulado. El propósito de la paradoja se habría alcanzado: el movimiento quedaría en entredicho.
Solución:
Es un hecho irrebatible que todo movimiento contiene por lo menos dos variables: un móvil y un espacio concretamente recorrible. Cuando en las versiones traductoras de esa aporía se introduce a un Aquiles que cada vez recorre segmentos más cortos por unidad de tiempo, ciertamente se está respetando su velocidad, pero minimizando la distancia recorrible, y, consecuencialmente, aquietándolo o desacelererándolo. Es decir: Aquiles no alcanzará jamás a la tortuga en tanto y cuanto sea el propio A. quien tienda, según el razonamiento dado, a inmovilizarse.
El planteamiento zenoniano, además, adolece de la siguiente contradicción: Si Aquiles necesita cubrir primero y periódicamente parte de la ventaja y no la totalidad de sus longitud, tal comportamiento en la carrera debe ser extensivo a su competidora. De esta manera, la tortuga jamás podría alcanzar meta alguna, como tampoco lo haría el raudo Aquiles. Se trata de unos planteamientos erróneos de partida, que por supuesto no desmeritan al filósofo eleático, pero sí y en mucho a quienes han pretendido descalificarlo mediante contraejemplos viciados y no menos faltos de coherencia interior.
Pongamos un ejemplo con datos porcentuales. Si Aquiles da una ventaja inicial, y en su primer intento, con una velocidad constante recorre el 1% de esa ventaja, le quedará por recorrer el otro 99% incrementado en la porción avanzada por la tortuga, obviamente inferior al segmento ya cubierto por su perseguidor. En un segundo momento, A. recorrerá el 1% de una distancia menor, y cada vez, sobre una menor, lo que significa que matemáticamente terminaría, aun conservando su velocidad característica, con un espacio de recorrido casi nulo, habida cuenta que se trataría del 1% de una distancia que se va acortando cada vez más, a tal punto que podría limitarse al tamaño de sus pies. Esto supone obviamente la más absoluta quietud e inalcanzabilidad que tendría para Aquiles la lenta tortuga.
La tortuga, por su parte, como ningún caminante ni corredor, jamás agotará ninguna caminata. Es que los cuerpos se mueven necesariamente en el estricto marco de sus dimensiones naturales: Mal podemos concebir la trayectoria física de un ser humano adulto con precisiones centimetradas, porque los pies son una medida natural de locomoción a la cual los fraccionamientos le son contratranaturales. Nadie en su sano juicio puede hablar de, digamos: dos pulgadas y media de alcance para una caminata cualquiera de un atleta cuyos pies miden en promedio 30 cm. Inclusive, la pequeña tortuga no podrá avanzar a través de longitudes inferiores al tamaño medio de sus paticas. Se trata de medidas discretas e infraccionables.
Lo que hemos dicho de los pies, lo decimos del tamaño de cualquier unidad de medida que diseñemos. Con esta sólo podremos apreciar múltiplos de la misma y no las pequeñeces y submedidas que matemáticamente se introduzcan. Con esto pretendemos solucionar también la <>.
Yendo más lejos: La ingente velocidad de la luz supone la más absoluta quietud en tanto y cuanto no halle espacio suficiente donde pueda desenvolverse. Los Agujeros Negros, que introdujo el cosmólogo británico Stephen W. Hawking, son gravitacionalmente tan pesados que ni los fotones escapan a su magnetismo, y de allí su negrura exterior. En ellos la luz es tan lenta como una tortuga en reposo.
¡Claro!, con los artificiosos números, con esa Matemática abstracta y uniformadora de dimensiones variopintas, todo se puede, pero sólo allí, en el marco de las especulaciones.
De resultas, cualquier asomo de movimiento es imposible de demostrar cuando de partida lo estemos negando. Y, así, en general, sólo se comprueba la existencia de un fenómeno físico cuando desde su inicio se experimente con el mismo, vale decir: La existencia de lo inexistente es inexistente per se.
Manuel C. Martínez M.
85_02_02-KK3
8 El carácter histórico de la dieta alimentaria :
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EL CARÁCTER HISTÓRICO DE LA DIETA ALIMENTARIA
Manuel C. Martínez M.
¿Sabía Ud. que ese delicioso mondongo, tan criollo como comer mamones sin lavarlos, tiene un origen esclavista?
El caso es que, mientras hubo esclavitud, como forma de vida y de producción, el esclavista hizo beneficiar su ganado vacuno y se reservó los mejores músculos (carnes) para su consumo personal. Es de inferirse que las vísceras, patas, rabo y demás tejidos involucrados eran las piezas que servían de alimentación a los esclavos, quienes supieron ingeniárselas, primero con sal común y luego con especias yerbales, para imprimirles la apetitosidad que hoy brindan al paladar de muchos comensales y comilones de lo más refinados
Con el ganado porcino ocurrió otro tanto: de allí arranca el conocido <>, el <> y, muy especialmente, el crujiente y pingüedinoso chicharón que no es más que un vulgar cuero disecado por alta cocción.
Por supuesto, si a Usted lo alimentan con semejante dieta desde que lo destetan le habrán modelado el paladar, y su lengua quedará especializada para el gusto de aquellos platos.
Ahora bien, estas comidas confeccionadas con desechos no son menospreciables en sí mismas ya que, por ejemplo, el tejido vegetativo animal (musculatura lisa) posee las mismas cargas proteínicas contenida en la musculatura estriada (solomo, lomito, muchachos, lagarto de la reina, gallinita, etc.), y al fin y al cabo han dado vida a muchas generaciones a lo largo de la historia de la sociedad humana.
Sucede que, al igual que cualquier desperdicio productivo, son de bajo costo de producción y de bajo precio en consecuencia, frente a las demás mercancías alimentarias, por lo cual se avienen muy bien a los reducidos ingresos salariales de la población trabajadora, principalmente la llamada clase obrera.
Es aquí donde el trasfondo histórico de las condiciones económico-sociales aflora con gran diafanidad: Así como los esclavistas escatimaban los costos de manutención de sus trabajadores, así, los patronos burgueses hacen lo suyo propio, habida cuenta que a menor costo de vida, por causa de comidas baratonas (empanadas, perros calientes, teretere, aguardientes de tercera,...), menor exigencia salarial por parte de los trabajadores, y, con ello, mayor ganancia para los explotadores modernos quienes también, hoy por hoy, reservan para sí las mejores comidas y <> en general.
86 Divergente moral y encontradas luces:
86_11_02_KK3 Manuel C. Martínez M.
SADELAS
Sociedad Amigos de la Salud
DIVERGENTE MORAL y ENCONTRADAS LUCES
11 feb. KK3

Cada cultura, y con ella las luces irradiadas sobre la población que la cultiva, termina produciendo y multiplicando inmorales con muchas luces, y analfabetos de elevada moral. Esta contradicción social se explica por la división clasista que en todas las saciedades conocidas hasta ahora han practicado los agentes de mayor poder de convencimiento pedagógico. No puede haber una moral común para una población con tan distintos recursos económicos, con tan diferentes fuentes informativas, ni con tan distintos dioses a quienes alabar y rogar. Concordantemente, no se concibe un patrón común de enseñanza para un universo demográfico que saca de los centros de estudio a los más, y llena sus pupitres con los menos.

Harto conocida por productiva es la estrategia de los grupos de poder, según la cual, por medio de la enseñanza sistematizada, la publicidad comercial y hasta aparentemente no lucrativa, así como a través de la cultura popular trasmitida de persona a persona, van perfilando un ciudadano medio que, mientras más se instruye sistemática y tendenciosamente, menos libre es de las amenazas ideológicas que le son bombardeadas desde su cuna misma. Y viceversa. Esta fea realidad nos plantea una urgente revisión de hasta qué punto y de qué calidad debe ser la enseñanza popular, así como de sus límites distributivos.

Pareciera, pues, que aquella estrategia ha sido mal entendida por parte de sus diseñadores y practicantes, habida cuenta que, contradictoria y paradójicamente, para ellos, a mayor marginalidad, menos control ideológico. Efectivamente: practicar viejos ritos religiosos, manejar un vocabulario anacrónico y desintelectualizado tienen la ventaja de impermeabilizar la piel y mente de aquellos ciudadanos a quienes, a pesar de hallarse oprimidos económicamente (y por la misma razón) se van dotando de una mayor autonomía de pensamiento y sindéresis. Sólo de quienes hayan sido rígidamente disciplinados es expedita una obediencia incondicional para el halago y seguimiento de quienes los opriman en la empresa, a pesar de que les den un mejor trato social en la academia y centros culturales afines.

¿Será, acaso, más demagógico repartir mejor la riqueza y dar una común educación a todos los ciudadanos para que, in sólidum, respondan subyacentemente a quienes controlan los hilos del poder? ¿hasta qué punto podrán seguir sosteniendo los opresores sociales una doble moral, un doble discurso y una doble enseñanza, en una sociedad que cada vez se hace más resistente a las viejas lecciones educativas que tanto entusiasmaron a los analfabetos de otrora?

Porque hasta ahora los intelectuales y alfabetizados en general han estado demostrando ser la porción más reaccionaria frente a los brotes revolucionarios que las mayorías, menos ilustradas y menos académicas del planeta, con sus mayores dosis de independencia ideológica están emprendiendo. Para ello, han ido descubriendo que detrás de cada libro burgués, de cada centro cultural, de cada cuadrilátero televisivo y de cada docente se halla un potencial de veneno ideológico que sólo ha buscado la conservación del desigual estado social que (?) afortunadamente ha impedido, paradójicamente, que esa masa de marginales haya caído en las sutiles redes del aburguesamiento estúpido y complaciente.

De resultas: cada clase con su divergente moral, y cada una de ellas con sus distintas luces, mientras ser culto signifique cuadrarse para convalidar el sistema, y ser marginado, depurarse preventivamente del veneno ideológico de unas luces que cuando han llegado inexplicablemente más nos han oscurecido el camino a la libertad y la justicia.

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Escríbanos por aquí, por favor.

QUINTA LISTA de PUBLICACIONES PREVIAS

NUESTRA PORTADA
9 Petróleo y salarios 87 Curiosidades de la Física
10 Los clones del universo 88 La gravedad esculpe la vida
11 Más sobre Ph.D. 89 Curiosidades 2
12 La engañifla del deporte rental 90 El subplusvalor en Carlos Marx

13 La politización de la delincuencia
14 El origen histórico de la palanca social

TERCERA
15 Dialéctica de la gobernabilidad 91 Popularidades de la Física
16 Rosenblat, el populista 92 El subplusvalor en Carlos Marx
17 La enumeración fotoalfanumérica 93 Tiempos bíblicos en tiempos modernos 18Incompetencia de la Economía Política 94 Solución paradojas de Zenón

19
20 Milagros y estadísticas 95 Trascendencia Idiomática del populacho

21 Escritura graficada 96 Cómo y dónde excretaba el Rey
22
23 97 las bolas terapéuticas chinas
24 Dios, El solitario

25
26
27 El blue jean ennoblece al pauperismo 98 Literalidad y numeralidad matemáticas
28 Campaña antibáquica y anticubana
29
30
31 Sociedad civil y clasista 99 Los modernos amos de las aguas
32 La gráfica parlanchina 100 Fiesta brava
33 Los glúteos ampulosos 101 Dinámica del color
34
35
36
37 El carácter histórico de la indigencia indígena 102 Las finas huellas del ser querido
38
39 La relatividad de la libido 103 La gratuidad de la música clásica
40 El acervo técnico de la pobrería 104 Desmisteriemos los exámenes
41
42 Holística del ser humano 105 El dólar regulado como necesidad macropopular
43 Perfil del político descamburado 106 La Corte Suprema de Justicia no es democrática 44
45
46 Dependientes profesiones colegiadas 107 Fusión y confusión en el poder judicial de CRBV
47
48 Decisión absolutoria del Tribunal Supremo de Justicia 108 Regla de oro de la Economía burguesa
49 Referendos consultivos y revocatorios 109 Toreros y coleadores
50
51
52 Aberraciones de nuestro Derecho burgués 110 Deuda Pública y Anatocismo

CUARTA
53 Escabinatos y demás ilusiones 111 Inferencia de Pitágoras
54 Los mil ojos del pintor 112 Los callos de la humildad
55
56
57 USA, La obesa 113 El huecote de la pobreza
58 Los verdaderos desempleados 114 Dialéctica del burócrata incapaz
59 La Historia: Histórica también 115 Nuevos sindicatos para nuevos salarios
60 El clonaje antiidiotas 116 Ajuste y recálculo salarial
61 ¿Dónde están nuestros abogados? 117 El ALCA : desventajas comparativas del Comercio Exterior
62
63 La tecnología mendaz 118 La Estadística mendaz
64
65 Escritora de pinturas 119 Paradojas de la productividad
66
67
68 La inminente ruina de la oligarquía criolla 120 La indivisibilidad del valor trabajo
69
70
71 La Deuda Externa
72 El problema de la Transformación: Una tesis marxiana
QUINTA
121 La ausencia absoluta en el Art. 72 122 La farsa del patrimonio de la humanidad
123 Engañiflas de la Economía 124 Newton: Descubridor del mundo visible
125 La privatización del salario 126 Dialéctica de la acumulación
127 Cómo se destruye un proyecto de desarrollo económico 128 Motivos para celebrar, reír y vivir en paz
129 Impropiedades varias 130 Piscinas: Primitivas e insalubres
131 Paradoja de la continuidad 132 Desviaciones del doce

133 Los constructores del pasado 134 El trasfondo patriótico
135 Imprecisiones de la Economía crematística 136 El inmenso hueco de la pobreza 2
137 La lengua inglesa: Empíricamente mercantil 138 Paradoja de la curvilinealidad
139 Carta a un dialoguista amigo 140 La escolaridad promiscua
SEXTA
141 Deuda y amortización ecológicas 142 El vehículo paravoideo
143 Suerte y probabilidades 144 Humillados y admirados
145 La Política: Refugio de incapaces 146 El vacío como ineterpenetrabilidad material
147 Los costes de la ganancia 148 La comunicación virtual
149 Situación estanflacionraria 150 Imperativos gramaticales
SÉPTIMA
151 Virtualidad del tiempo 152 Mi libre jardín y pajarera
153 El desencanto de la Matemática 154 Cayenas rojas sobre mármol gris
155 Las buenas yerbas malas 156 El subacento
157 Los cogollos marchitos 158 Por qué se sacude el perro
159 Lienzos y marcos 160 El Cubismo en Peter P. Rubens
161 Viejos abusos mediáticos 162 Las paralelas de Lobachevsky
163 La tecnología mendaz 2 164 Dialéctica del caos, u orden azaroso y desorden tendencioso
165 Caos tendencioso y orden azaroso 166 Entreguismo lingüístico del DRAE (diccionario de uso)
167 Paradoja de la circunferencia
Su opinión es importante-CORREO de Lectores
PRINCIPIO