domingo, 22 de febrero de 2009

PARALELAS POLIANGULARES

Observación de partida: Se agradece citar expresamente esta fuente, en caso de ser utilizada con fines pragmáticos, total o parcialmente, en razón del debido respeto a la autoría intelectual que nos asiste, tanto de la paradoja geométrica, como de su ilustración gráfica..

Resulta por demás curioso el trazado, por ejemplo, de una cuadrícula a punta de segmentos paralelos verticales, horizontalmente intersectados por otros tantos. Ver la figura única de arriba

Tales líneas, así trazadas, pueden ser ora continuas, ora d i s c o n t i n u a s. En el primer caso, la demarcación de verticales impone u obliga un rayado expreso y continuo para la de las horizontales, ya que, de otra manera, la cuadrícula buscada quedaría inconclusa. Pero, si nos valemos de trazos d i s c o n t i n u o s, entonces, basta con la simples rayas de paralelas punteadas horizontales e implícitamente verticales.

El trazado de cualesquiera de esas líneas discontinuas, <> ofrece la imagen cuadricular o romboidal del conjunto, en función de la inclinación que adopten las líneas de intersección. Desde luego, las cuadrículas o rombos se nos presentan con una continuidad real, como si se tratara de una máxima ampliación macroscópica de cada línea en particular.

Este fenómeno geométrico pone en evidencia la paradoja siguiente: Si nos valemos de líneas hechas a base de trazos continuos, creamos una discontinuidad gráfica, pero, cuando operamos con líneas discontinuas, entonces, estas ofrecen una continuidad cuadricular o afín.

Como solución hipotética, zanjadora de esa paradoja, diremos que cada punto perteneciente a la cuadrícula formada por líneas punteadas, representa la intersección de líneas continuas, de donde inferimos que cada una de esas intersecciones puntuales involucran una bidimensionalidad en sí mismas. Añadimos que cada punto de esos puede pertenecer a figuras polidimensionales, cúbicas, bicúbicas, etc.

Resumiendo: Los puntos alineados recta o curvilineadamente, lejos de carecer de de dimensión (así se lee en algunas fuentes ad hoc), están potenciados y subsumen infinitas dimensiones. la gráfica supra es expresiva para el plano, pero, podemos extenderla a la multidimensionalidad concebible.

Nota: Observe en dicha gráf. las cuadrículas punteadas en el áng. supraderecho, en contraste con las paralelas continuas verticales y hor. de más abajo: ninguna de estas últimas dejan entrever las cuadriculas que sí permiten las de arriba.

131_04_05_kk3-(35_27-09-1998 ,año XVIII)

Manuel C. Martínez M.

Contáctenos y pronúnciese, p. f.

SADELAS-PUBLICACIONES

Arquímedes y al Relación Erótica Humana

Sadelas

Sociedad Amigos de la Salud *

Arquímedes y la Relación erótica humana

Dos cuerpos alineados paralelamente y superpuestos frontalmente entre sí no pueden autoimpulsarse ya que si se apoyaran en sus extremos tenderían forzosamente a seguir paralelos y conservarían la angularidad de partida.

En el caso de la Relación erótica humana, bajo la forma convencional, vis a vis, los vientres planos juegan un papel determinante a fin de lograse una sana y satisfactoria práctica amorosa.

Basta con imaginarnos uno de los vientres abultados para que el paralelismo corporal deje de ser tal, y la pareja adopte ángulos más o menos obtusos, más o menos agudos, pero diferentes a cero grado angular. Cuando esta postura se da, se abre la posibilidad de que entren en juego las leyes arquimedesianas y el vientre de una de las parejas o los de ambas se conviertan en puntos de apoyo separatistas ya que los cuerpos en funciones forzosamente alejarían ora sus extremidades inferiores, ora sus bustos si estaban besándose, por ejemplo.

Digamos que los vientres sobreabultados facilitan un curioso vaivén que permitirá de todo menos el término de una perfecta extasiadora relación coital. Salvo que el hombre contranaturalmente esté dotado de excedentes penianos, o sacrifique parte de la relación, o sea que estaría impedido para besar simultáneamente, lo cual también resta completitud al acto amoroso.


----

* Sociedad, en su sentido holístico, porque cada ser humano la representa. Sólo por desviaciones del pensamiento aún no enderezadas, tendemos a salirnos de ella, como si la primera estuviera allá, y el segundo, acá.

Manuel C. Martínez C.

263_09/02/2007

El Envolvente Capital Financiero Mundial

Sadelas

Sociedad Amigos de la Salud *

El carácter Prestamista de las Inversiones Extranjeras

(La Deuda Externa Integral)

Manuel C. Martínez M.

20-Dic-06

Cuando solicitamos cancelar la DEUDA EXTERNA estamos también abogando

para que cesen las Inversiones extranjeras en nuestro país.

Ingenua y estereotipadamente, solemos decir que el patrono da u ofrece trabajo, cuando es todo lo contrario. Sus empleados trabajan para él, y este se limita al aporte o préstamo de capital dinerario.

Asimismo, es común admitir que las Inversiones Extranjeras son beneficiosas para el país receptor, pero, de perogrullo quien invierte busca y obtiene un beneficio para sí y obviamente este debe ser con cargo a aquel.

La conseja de que el patrono o inversionista extranjero ayuda a la Economía de un país, acompañada del criterio según el cual los países necesitan esa ayuda extranjera porque carece de capital criollo es la que más alegremente se maneja, la que guía la política económica de los países importadores de capital, y la que mejor encubre los verdaderos objetivos del capital extranjero que tan afanosamente buscan, contratan y hasta protegen los gobernantes de los países prestatarios.

Pero bien miradas las cosas, la realidad es otra. Resulta que cuando un país se vale de capital extranjero, pongamos por caso, para el montaje y funcionamiento de empresas burguesas, está contrayendo de hecho una DEUDA que a corto, mediano y largo plazos deberán honrarla los habitantes del país deudor.

Estamos haciendo esta aclaratoria porque suele reservarse la denominación de DEUDA EXTERNA a las Inversiones Financieras convencionales, mejor conocidas como empréstitos, por excelencia destinadas a la producción manufacturera en el país que las acoge, con miras al empleo de mano de obra local y de esta manera sustituir importaciones de las mercancías proyectadas.

Pero es que, por ejemplo, cuando ingresa un dólar a nuestro país ipso facto estamos contrayendo tal vez la más onerosa y especulativa de las DEUDAS EXTERNAS.

Nos explicamos: mientras la carga rentista o el pago de intereses generados por un empréstito directamente financiero está cuantitativamente limitado al tipo de interés contractualmente preconvenido, el pago de los *intereses gananciosos* del capital importado y aplicado a una manufactura es de un monto indiscutiblemente muy superior al primero.

El caso es que la ganancia bruta arrancada a los trabajadores de una empresa burguesa no sólo sirve para alimentar el aparato político burocrático mediante la figura de la tributación municipal y nacional, sino que de dicha ganancia bruta sale el pago mismo de los intereses financieros convencionales, y por supuesto la ganancia industrial propiamente dicha.

De manera que la DEUDA EXTERNA de un país debe medirse en términos del monto global de las inversiones extranjeras sitas en el país y que permanentemente están garantizándoles a los habitantes del país prestamista una jugosa, parasitaria y continua renta que pesa oprobiosa y abrumadoramente sobre los hombros de los habitantes del país prestatario.


----

* Sociedad, en su sentido holístico, porque cada ser humano la representa. Sólo por desviaciones del pensamiento aún no enderezadas, tendemos a salirnos de ella, como si la primera estuviera allá, y el segundo, acá.

Manuel C. Martínez C.

257_28_09_KK4