sábado, 14 de abril de 2012

Ganancias Burguesas o  La Maquinización es la Urna del Capitalismo, y el Proletariado, su Sepulturero
La errónea conseja de Adam Smith y Algunos trucos burgueses de la cesta básica 
Manuel C. Martínez M.

11/04/2012 22:14:27


Científicamente, la maquinización industrial

privada nunca ha sido rentable

y de allí las frecuentes crisis.

El capitalista busca aumentar sus ganancias

a punta de sacrificar la mano de obra que es

su verdadera fuente. Revoluciones Industriales,

I y II, tales son la gran contradicción

del sistema burgués que ahora nos

permitimos reconocer como

un espejismo paracientífico (I).


 

Comercio, producción, banca, juegos de envite y azar, deportes, actividades todas ellas asociadas a las ganancias, al punto de que el mundo burgués se mueve alrededor de ellas sin tenerse todavía una clara visión coadmitida por todos sobre su origen ni razón de ser, y así seguirá ocurriendo mientras el modo capitalista de explotación dé paso otra forma de vida. Sólo cuando nuestra vida exterior ofrezca datos objetivos, sólo cuando los proletarios del mundo uniformen sus criterios respecto a la burguesía, sólo entonces los propios burgueses y la parte del proletariado confundido hasta, todavía rezagados y desactualizados terminarán convenciéndose de que las "premoniciones" del genio de Tréveris siempre han sido, más bien, inferencias objetivas de una realidad burguesa que científicamente pudo percibir el crítico que más tiempo de su vida le dedicó al estudio y critica del Sistema capitalista.


En el Libro III, El Capital, de Carlos Marx, se maneja en términos porcentuales la composición orgánica del capital invertido-relación entre medios de producción y mano de obra- a los efectos de comparaciones generales de los capitales invertidos en las distintas empresas. Eso se hace sobre la base de centros de producción de mercancías donde se conjugan técnicamente los factores de la producción que se hallaban separados fuera de la fábrica. El capitalista los compra, reúne en sus galpones y oficinas, se inicia el proceso de trabajo técnico, y al final se valora la producción en términos dinerarios a fin de darle uniformidad práctica a los capitales que entren y salgan de las fábricas.


Cuadro extraído de la obra citada:


Cuadro 1

C = c + v = Capital y Valor Mercancía Inicial

C’ = c + v + pl = Valor Mercancía Producida; para c = capital constante en medios de producción; v = c. variable en mano de obra, y pl = plusvalía o capital como ganancia en potencia.


Cuadro de los mismos datos en valores numéricos porcentuales presentados con fines comparativos:


Cuadro 2

80c + 20v = 100C. Esta sería la fórmula contable que recoge la relación del artesano con medios propios de producción.

80c + 20v + 20 pl = 120C’


En la segunda ecuación suponemos una tasa de pl = 100%, lo que significa una jornada partida en 2 subjornadas iguales. Una correspondiente al tiempo de trabajo necesario para que el trabajador devuelva en valor trabajo el monto del valor del salario impuesto(II) por el patrono o testaferro del capitalista, e = v. Otra subj. correspondiente al trabajo excedentario durante el cual el asalariado trabaja de balde y crea más valor para su contratista.


Como quiera que la mano de obra (v) queda usada cuando ella trasforma directamente los medios de producción, dividiremos la jornada diaria dos movimientos productivos: 1.- El relacionado con el tiempo de trabajo necesario para crear un valor equivalente a v y como suma de ½ v + ½ c consumidos durante media jornada. Y 2.- El relacionado con el tiempo de trabajo excedentario (III), necesario también, para crear el equivalente a la plusvalía con un valor equivalente a la suma de ½ v + ½ c consumidos (IV). Tales movimientos productivos los recogemos en el cuadro siguiente:


Cuadro 3


(40c + 10v) + (40c + 10v) = 100C. Capital Comercial Inicial o capital indistintamente de que el trabajador o artesano realice algún plusproducto o no lo haga.


(40c + 10v + 10pl) + (40c + 10v + 10pl) = 120C’ = 60c.v.pl + 60c.v.pl. capital Final en Mercancías, como una mezcla de trabajo vivo vendido y cobrado con trabajo vendido y no pagado y con trabajo muerto de maquinarias y demás medios de producción.


El segundo término de la segunda ecuación del Cuadro 3 es fiel reflejo contable del ocultamiento del plusvalor en las oficinas del capitalista, habida cuenta de que el valor total de las mercancías producidas (120C’) aparece como el costo reflejado en la primera ecuación (Capital Inicial) más la ganancia potencial que ofrecería el mercado.


"Cuanto más se desarrolla un país, por ejemplo Estados Unidos, sobre la base de la gran industria, más rapidez presenta el desarrollo de ese proceso de destrucción. Por consiguiente, la producción capitalista sólo desarrolla la técnica y la combinación del proceso social al mismo tiempo que agota las dos fuentes de las cuales brota toda riqueza: La tierra y el trabajador." (Carlos Marx, El Capital, Libro I, C. ap. XV). Esa destrucción descansa en la contradicción señalada en el epígrafe de esta entrega: Mal puede un sistema ser rentable si la mano de obra es contante y significativamente desempleada y remplazada por trabajo estéril mecanizado y los bosques, montañas y recursos naturales son desertizados, agotados y usados desmedidamente en el menor tiempo posible.

Desde luego los Economistas y empresarios que niegan el trabajo como fuente de ganancia, tienen razón en no ver ni entender el problema, pero en ese aspecto incurren en otra contradicción por cuanto la pelea escenificada en los mercados en pos de una igualación de la tasa de ganancia a favor de los capitalistas hiperdesarrollados a punta de maquinización, y con cargo a los capitalistas que mayor emplean mano de obra con mínimo capital mecánico.

El monto del salario guarda relación cuantitativa con la cesta básica y esta se mide por los precios del mercado a partir de la desunionista paga de acuerdo con la capacidad específica e individual de cada trabajador, de esto ya hemos escrito. Pero, pero como en los hechos el patrono impone cualquier salario sujeto al mínimo que de un tiempo para acá lo señala el Estado, es lógico que las mercancías de esa cesta básica suelan ser minimizadas en cantidad y calidad. Ocurre que, por ejemplo, la leche, el pan, el azúcar, aceite de comer y afines, ya están predefinidos por la propia literatura económica y médico y fisicoquímica como bienes nutricionales de primera necesidad y como tales entran como mercancía convencionales de la cesta básica. Así las cosas, para esa pequeña muestra, la burguesía fabril y comercial se cuida de mantener precios sobreelevados, artificialmente elevados, de tal monto y manera que con 4 o 5 bienes de tercera y a precios meramente nominales el salario mínimo, presentaría un poder adquisitivo absoluto más elevado que el real, y con este artilugio burgués, el trabajador es igualmente estafado con un salario mínimo que se empleará en la compra de bienes doblemente levados en sus precios. No hay duda de que si los precios pudieran ser bajitos, bajito sería el salario mínimo, o con igual salario mínimo se podría comprar una mayor volumen de bienes.

Ese tiempo excedentario no se refiere a un segundo tiempo cronológicamente entendido, como tan equivocadamente lo consideró el Economista clásico Nassau Senior, operador docente de Oxford y precursor de los "especuladores" liberalistas y marginalistas que por este medio ya hemos evaluado. Se trata de una porción de tiempo de trabajo impago que transforma determina valor de medios de producción. Son relaciones técnicas, sólo que una es pagada y otra no, lo que le da carácter económico o extratécnico a la relación laboral burgo-proletaria.

Este apologista Senior les aduló tanto los capitalistas de marras que tuvo la ocurrencia de imponer en sus clases de esa "connotada Universidad" que la ganancia la obtenían los empresarios al final de la jornada (en su última hora), razón por la cual cualquier reducción de aquella traduciría la ruina de aquellos.

Operamos con ½ jornada porque estamos suponiendo una plusvalía =100%.