miércoles, 25 de febrero de 2009

Docentes como Promotores ad homórem de Editoriales Privadas

Sadelas

Sociedad Amigos de la Salud *

Los DOCENTES,

PROMOTORES ad honórem de EDITORIALES BIBLIOGRÁFICAS y AFINES

Muchas personas, los estudiantes y comerciantes del libro y de la prensa, conocen el rol muy bien desempañado por los docentes de todo el sistema educativo nacional, quienes desde toda su vida preparatoria y profesional son los primeros clientes de las EDITORIALES PRIVADAS tanto nacionales como extranjeras.

Dichas editoriales cuentan con un mercado cautivo, con un Estado y unos Ministerios de Educación *Inferior* y Superior que desde hace décadas perdieron el hábito de supervisar exhaustivamente la calidad de los recursos bibliográficos que se distribuye libérrimamente en nuestro país.

Esas editoriales han sido incapaces de donar motu proprio ni un solo libro para que los docentes los evalúen con miras a su recomendación sí fuere el caso, y en todo caso deberían pagar por la correspondiente promoción que dichos docentes les vienen haciendo gratuitamente.

De buenos lectores y observadores es conocido que la mayor parte de nuestros libros son de tercera, desechados por los controles de calidad de las editoriales extranjeras, e irresponsablemente ofertados por las criollas, tanto públicas como privadas.

Sería pedirle peras al olmo esperar una mejor supervisión educativa por parte del Estado cuando esta viene corriendo a cargo de cuanto privilegiado con titularidad legal o amañada entra en el juego del reparto burocrático de cargos y contratos lucrativos que se han convertido en el verdadero Leitmotiv de nuestras instituciones. Por supuesto, estas usan la inducida necesidad de alfabetización y preparación técnica sistemática de vieja data para poder desangrar formalmente el Presupuesto Nacional con todos los visos de legalidad y legitimidad que viene dándose en estas sociedades burguesas.

De resultas, esas editoriales tienen conceptuados a los docentes y bibliotecas nacionales como simples clientes, como Promotores de sus mercancías bibliográficas, y gozan del amparo de políticos indiferentes o inescrupulosos , quienes, tal vez, terminan lucrándose prorrateadamente con la parte del lucro que por derecho propio a los docentes les pertenece.

Manuel C. Martínez M.

6-jun-06

Sadelas

Sociedad Amigos de la Salud *

HERENCIA FENOTÍPICA y ULTRATUMBISMO

La gente de otrora, la que hoy identificamos como *nuestros antepasados*, de alguna manera intuyó nuestra continuidad como miembros de una sociedad que no se extingue.

Para ellos, el mecanismo de la eternidad terrenal estuvo identificado con la vida de ultratumba, y así fue como terminaron preparándose para *el más allá* de variopintos modos y formas: pirámides egipcias y mayas, acicaladas sepultaciones , oraciones perdonatorias, amenazas infernales a los malvivientes, etc., etc.

Es pues, a raíz de las inferencias científicas formuladas por los teóricos de la función fisiológica de la HERENCIA, cuyo más recordado y digno representante es el clérigo Gregorio Mendel, que los humanos terrestrísimos y mundanísimos, así como mortalísimos, cayeron en la cuenta de que la RESURRECCIÓN ultratumbal no es más que la expresión subjetiva de nuestra INMORTALIDAD objetiva, como reciclados descendientes de una especie biológica dotada del mecanismo resurrector de la herencia misma, y como respuesta , ésta, de nuestra reproducción sexual que nos condena ineluctablemente a morir como individuos (herencia genotípica), y a sobrevivir eternamente como especie (herencia fenotípica).

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* Sociedad, en su sentido holístico, porque cada ser humano la representa. Sólo por desviaciones del pensamiento aún no enderezadas, tendemos a salirnos de ella, como si la primera estuviera allá, y el segundo, acá.

Manuel C. Martínez C.

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domingo, 22 de febrero de 2009

PARALELAS POLIANGULARES

Observación de partida: Se agradece citar expresamente esta fuente, en caso de ser utilizada con fines pragmáticos, total o parcialmente, en razón del debido respeto a la autoría intelectual que nos asiste, tanto de la paradoja geométrica, como de su ilustración gráfica..

Resulta por demás curioso el trazado, por ejemplo, de una cuadrícula a punta de segmentos paralelos verticales, horizontalmente intersectados por otros tantos. Ver la figura única de arriba

Tales líneas, así trazadas, pueden ser ora continuas, ora d i s c o n t i n u a s. En el primer caso, la demarcación de verticales impone u obliga un rayado expreso y continuo para la de las horizontales, ya que, de otra manera, la cuadrícula buscada quedaría inconclusa. Pero, si nos valemos de trazos d i s c o n t i n u o s, entonces, basta con la simples rayas de paralelas punteadas horizontales e implícitamente verticales.

El trazado de cualesquiera de esas líneas discontinuas, <> ofrece la imagen cuadricular o romboidal del conjunto, en función de la inclinación que adopten las líneas de intersección. Desde luego, las cuadrículas o rombos se nos presentan con una continuidad real, como si se tratara de una máxima ampliación macroscópica de cada línea en particular.

Este fenómeno geométrico pone en evidencia la paradoja siguiente: Si nos valemos de líneas hechas a base de trazos continuos, creamos una discontinuidad gráfica, pero, cuando operamos con líneas discontinuas, entonces, estas ofrecen una continuidad cuadricular o afín.

Como solución hipotética, zanjadora de esa paradoja, diremos que cada punto perteneciente a la cuadrícula formada por líneas punteadas, representa la intersección de líneas continuas, de donde inferimos que cada una de esas intersecciones puntuales involucran una bidimensionalidad en sí mismas. Añadimos que cada punto de esos puede pertenecer a figuras polidimensionales, cúbicas, bicúbicas, etc.

Resumiendo: Los puntos alineados recta o curvilineadamente, lejos de carecer de de dimensión (así se lee en algunas fuentes ad hoc), están potenciados y subsumen infinitas dimensiones. la gráfica supra es expresiva para el plano, pero, podemos extenderla a la multidimensionalidad concebible.

Nota: Observe en dicha gráf. las cuadrículas punteadas en el áng. supraderecho, en contraste con las paralelas continuas verticales y hor. de más abajo: ninguna de estas últimas dejan entrever las cuadriculas que sí permiten las de arriba.

131_04_05_kk3-(35_27-09-1998 ,año XVIII)

Manuel C. Martínez M.

Contáctenos y pronúnciese, p. f.

SADELAS-PUBLICACIONES

Arquímedes y al Relación Erótica Humana

Sadelas

Sociedad Amigos de la Salud *

Arquímedes y la Relación erótica humana

Dos cuerpos alineados paralelamente y superpuestos frontalmente entre sí no pueden autoimpulsarse ya que si se apoyaran en sus extremos tenderían forzosamente a seguir paralelos y conservarían la angularidad de partida.

En el caso de la Relación erótica humana, bajo la forma convencional, vis a vis, los vientres planos juegan un papel determinante a fin de lograse una sana y satisfactoria práctica amorosa.

Basta con imaginarnos uno de los vientres abultados para que el paralelismo corporal deje de ser tal, y la pareja adopte ángulos más o menos obtusos, más o menos agudos, pero diferentes a cero grado angular. Cuando esta postura se da, se abre la posibilidad de que entren en juego las leyes arquimedesianas y el vientre de una de las parejas o los de ambas se conviertan en puntos de apoyo separatistas ya que los cuerpos en funciones forzosamente alejarían ora sus extremidades inferiores, ora sus bustos si estaban besándose, por ejemplo.

Digamos que los vientres sobreabultados facilitan un curioso vaivén que permitirá de todo menos el término de una perfecta extasiadora relación coital. Salvo que el hombre contranaturalmente esté dotado de excedentes penianos, o sacrifique parte de la relación, o sea que estaría impedido para besar simultáneamente, lo cual también resta completitud al acto amoroso.


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* Sociedad, en su sentido holístico, porque cada ser humano la representa. Sólo por desviaciones del pensamiento aún no enderezadas, tendemos a salirnos de ella, como si la primera estuviera allá, y el segundo, acá.

Manuel C. Martínez C.

263_09/02/2007

El Envolvente Capital Financiero Mundial

Sadelas

Sociedad Amigos de la Salud *

El carácter Prestamista de las Inversiones Extranjeras

(La Deuda Externa Integral)

Manuel C. Martínez M.

20-Dic-06

Cuando solicitamos cancelar la DEUDA EXTERNA estamos también abogando

para que cesen las Inversiones extranjeras en nuestro país.

Ingenua y estereotipadamente, solemos decir que el patrono da u ofrece trabajo, cuando es todo lo contrario. Sus empleados trabajan para él, y este se limita al aporte o préstamo de capital dinerario.

Asimismo, es común admitir que las Inversiones Extranjeras son beneficiosas para el país receptor, pero, de perogrullo quien invierte busca y obtiene un beneficio para sí y obviamente este debe ser con cargo a aquel.

La conseja de que el patrono o inversionista extranjero ayuda a la Economía de un país, acompañada del criterio según el cual los países necesitan esa ayuda extranjera porque carece de capital criollo es la que más alegremente se maneja, la que guía la política económica de los países importadores de capital, y la que mejor encubre los verdaderos objetivos del capital extranjero que tan afanosamente buscan, contratan y hasta protegen los gobernantes de los países prestatarios.

Pero bien miradas las cosas, la realidad es otra. Resulta que cuando un país se vale de capital extranjero, pongamos por caso, para el montaje y funcionamiento de empresas burguesas, está contrayendo de hecho una DEUDA que a corto, mediano y largo plazos deberán honrarla los habitantes del país deudor.

Estamos haciendo esta aclaratoria porque suele reservarse la denominación de DEUDA EXTERNA a las Inversiones Financieras convencionales, mejor conocidas como empréstitos, por excelencia destinadas a la producción manufacturera en el país que las acoge, con miras al empleo de mano de obra local y de esta manera sustituir importaciones de las mercancías proyectadas.

Pero es que, por ejemplo, cuando ingresa un dólar a nuestro país ipso facto estamos contrayendo tal vez la más onerosa y especulativa de las DEUDAS EXTERNAS.

Nos explicamos: mientras la carga rentista o el pago de intereses generados por un empréstito directamente financiero está cuantitativamente limitado al tipo de interés contractualmente preconvenido, el pago de los *intereses gananciosos* del capital importado y aplicado a una manufactura es de un monto indiscutiblemente muy superior al primero.

El caso es que la ganancia bruta arrancada a los trabajadores de una empresa burguesa no sólo sirve para alimentar el aparato político burocrático mediante la figura de la tributación municipal y nacional, sino que de dicha ganancia bruta sale el pago mismo de los intereses financieros convencionales, y por supuesto la ganancia industrial propiamente dicha.

De manera que la DEUDA EXTERNA de un país debe medirse en términos del monto global de las inversiones extranjeras sitas en el país y que permanentemente están garantizándoles a los habitantes del país prestamista una jugosa, parasitaria y continua renta que pesa oprobiosa y abrumadoramente sobre los hombros de los habitantes del país prestatario.


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* Sociedad, en su sentido holístico, porque cada ser humano la representa. Sólo por desviaciones del pensamiento aún no enderezadas, tendemos a salirnos de ella, como si la primera estuviera allá, y el segundo, acá.

Manuel C. Martínez C.

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viernes, 20 de febrero de 2009

La Gravedad Esculpe la Vida

La Gravedad, escultora de la Vida, Parte III

La forma esférica

Resulta que por fuerza del juego entre la gravedad directa y la presión atmosférica, el cuerpo en gotas sometido a caída libre termina adoptando la figura de una esfera ya que esta es la única configuración geométrica que posee radios equidistantes del núcleo o centro de la gota.

Una gota cúbica u ovoidea es inconcebible mientras el líquido se encuentre libre de fuerzas externas distintas a la gravedad y al roce atmosférico.

jueves, 19 de febrero de 2009

Moral y Conciencia Social

Moral y Conciencia Social

Manuel C. Martínez M.

17 feb. 09

Entre las costumbres colectivas inducidas en/desde las primeras sociedades civilizadas se halla la moral. Los griegos la identificaron como ética, una suerte de normativa individualista (de cada quien) tendente a la mejor convivencia entre los ciudadanos. Esta conducta iba adquiriéndose a punta de experiencias sociales. La moral como una suerte de “sentido común”.

Modernamente, la moral se convirtió en un mecanismo político a través del cual los gobernantes han pretendido aplacar aunque fallidamente las desviaciones sociales, la discolidad ciudadana y someter a los “indisciplinados” o perturbadores de la paz. Se maneja la consigna de que tales acciones están reñidas con la moral imperante, y por eso a todos esos desajustados se les trata de antivalores e inmorales.

Ahora bien, es un hecho que los asuntos colectivos, la filosofía popular, la normativa y el aparataje jurídico gubernamental siempre han corrido a cargo del grupo de poder, antes esclavista, luego feudal y actualmente burgués. Toda la educación formal e informal parte del modo de pensar y de la moral practicada por el grupo dominante.

En consecuencia, una mala moral practicarían los trabajadores disconformes y protestatarios, a juicio de lo patronos y de sus gerentes gubernamentales. Una mala moral la practicarían los gobiernos que molesten los intereses del grupo económico más importante. Una mala moral practicarían los grupos políticos que critiquen al gobierno de turno.

Se pretende que los periodistas tengan una moral complaciente con el gobierno, aunque sus patronos puedan despedirlos por desobedecerlos; que los médicos sean éticos y trabajen a favor de sus pacientes sin importar su mejora económica como trabajadores que son de alto costo de formación; que los comerciantes reduzcan sus apetitos comerciales sin tocar para nada los intereses de los altos industriales; que la policía no sea corrupta, pero que viva en los mismos barrios del lumpen hamponil; que los estudiantes guarden silencio ante la paupérrima calidad docente y bibliográfica, ante el pillaje de las inmunes autoridades rectorales universitarias, y ante la corrupción del alto burócrata de turno; que el jubilado tenga una alta moral y paciencia para aceptar mora tras mora el cobro de sus prestaciones y acreencias, mientras el gobierno se muestra dadivoso con vivianes disfrazados de empresarios, etc., etc.

Pero en cambio no se alude para nada el piso o plataforma donde descansa todo el aparataje económico y social de nuestras actividades como trabajadores y asalariados; no se toca para nada el reconocimiento de que vivimos en una sociedad partida por lo menos en dos clases sociales que por naturaleza propia resultan irreconciliables entre sí; que jamás un empresario se colocará debajo de la pelleja del asalariado ni del consumidor; que jamás gobierno burgués alguno se pondrá al lado de los trabajadores, pero sí al de la clase de mayor poder.

En consecuencia, debemos tener un sentido común para entender que los asalariados son el apoyo y fuente de riqueza de los patronos; para entender que los gobiernos los representan a ellos y no al trabajador; para entender que los impuestos todos recaen en los trabajadores y los empresarios son sólo perceptores de impuestos y ganancias extraídas del trabajo asalariado; para entender que sólo un Socialismo radical podría dar cuenta del estado burgués actual, y para entender que se trata de un objetivo “colectivo” y no antojadizo de parte de líder alguno ni de ningún grupo social aislado; para entender que ningún patrono por sí solo es culpable de sus atropellos, que la culpa es del empresariado, de la clase empresarial y burguesa.

Debemos asumir una “moral” derivada de nuestra propia Conciencia Social”. Sólo cuando tengamos conciencia social (no individual) podremos asumir determinada moral como ciudadanos aislados frente a los demás, pero antes debemos asumir una moral colectiva proletaria para enfrentarnos al enemigo burgués como clase social.

En fin, creemos y consideramos que hablar de morales y éticas es un indicador sociológico de marcada obsolescencia. Deberíamos hablar mejor de Conciencia Social.

miércoles, 11 de febrero de 2009

La Clase media es una Meta Burguesa

La Clase Media es una Meta Burguesa

Manuel C. Martínez M.

03 feb. 09

Muy lejos de la evolución social del proletariado estuvo Karl Marx cuando creyó que el desarrollo de las Fuerzas Productivas Capitalistas se traduciría en un perfeccionamiento de la conciencia del asalariado, de tal manera que este fuera el abanderado del movimiento socialista en su lucha por mejorar su modo de vida.

Pisemos tierra: evidentemente las mejoras salariales y la elevación de la formación tecnocientífica alcanzados por los trabajadores del capitalismo han producido un poderoso movimiento clasista social reaccionario y defensivo del sistema burgués, contrario a todo conato de revolución socialista que atente contra sus comodidades actuales ya alcanzadas. Los proletarios que han adoptado una conciencia antiburguesa siguen siendo una minoría en desventaja frente a sus propios compañeros que se agrupan en la llamada Clase Media; formar parte de esta pasa a ser la gran a meta del asalariado próspero y exitoso en su luchas académicas y culturales.

Este aburguesado trabajador limita sus aspiraciones al logro de una vida más fácil, a laborar un menor número de horas anuales, a recibir mejores salarios y a dedicar más horas al ocio y divertimento. Suele meterse a pequeño o mediano empresario en una suerte de reforzamiento de la relaciones de explotación que observa en sus propios patronos. Hace coincidir autonomía y libertad con el ejercicio de funciones capitalistas que les permitan vivir sin trabajar a costa de nuevos y más abundantes asalariados.

Como sabemos, en esa carrera hacia el éxito burgués sólo unos cuantos salen airosos. No todos los asalariados pueden ser ejecutivos de alto rango, ni meterse a empresarios. El sistema incrementa el lumpen y reduce el número de los miembros de la Clase Media. Sabemos también que la oficialidad castrense forma parte importante de esa clase media aunque su trabajo se limite a la defensa armada de toda esta clase y la de la alta oligarquía capitalista. Esta función militar da estabilidad y fortaleza a los asalariados que van aburguesándose con conciencia antisocialista.

Cuando los pioneros del comunismo invitaron a la unión de “todos los proletarios del mundo” creyeron que estos eran anticapitalistas per se, e ignoraron que quienes se unirían serían precisamente unos asalariados para convertirse en una clase social que hoy por hoy sigue siendo la gran meta del ascenso económico para los proletarios del mundo.

Los Capitalistas No Corren Riesgos

Los Capitalistas No Corren Riesgos

Manuel C. Martínez M.

08 feb. 09

Con las primeras críticas científicas que los fundadores del marxismo aplicaron al sistema capitalista apareció la teoría defensiva de éste con los mismos argumentos que hoy tratan de justificarlo. Entre estos argumentos, el “riesgo empresarial” cobra relevante importancia.

Pero bien miradas las cosas, los estudios previos de mercado dan las alertas necesarias y oportunas para no correr riesgo alguno. Se entiende: estudios de mercados profesionales hechos por especialistas. Allá los inversionistas cicateros, ignorantes y piratas.

Por otra parte, el riesgo corrido por la inversión es una variable de valor decreciente durante el tiempo mismo de amortización. Pensemos que contablemente y durante ese intervalo el capitalista o inversor va convirtiendo su capital inicial en dinero no aplicado a la producción, digamos, recuperando su inversión. Pero, curiosamente, el inversionista sigue midiendo su tasa de ganancia anual en términos del monto de sus acciones correspondiente a su capital inicial, con lo cual minimiza dicha tasa puesto que cualquiera que sea el monto absoluto de esas ganancias éstas deben acreditarse a la parte del capital pendiente de amortización.

Debe reconocerse que pasados los años necesarios para la plena amortización del capital inicial ya todo ese capital inicial está en caja, pero además el monto de las ganancias ya retiradas también se asimilan a reintegros de dicho capital inicial. Por esta razón los capitalistas terminan haciendo valer como capital suyo la simple condición social de patronos, los amos o los capitalistas, puesto que ya retiraron ese capital inicial y por supuesto, si a ver vamos, lo que correría riesgo de pérdidas por imprevistos es parte de esa ganancia malhabida. Recuérdese que las amortizaciones son simples recuperaciones de la parte material incorporada por desgaste de uso a las mercancías fabricadas por concepto de maquinarias e implementos varios de producción.

Por esas razones puede inferirse que el “coco” del riesgo empresarial es una figura obsoleta que sólo es válida para la fase de exploración de mercado y del correspondiente estudio que debe preceder cualquier tipo de inversión burguesa.