sábado, 28 de marzo de 2009

El IVA Sobreexplota al Asalariado

Cómo Suavizar el IVA
Manuel C. Martínez M.
26 mar. 09
“El IVA es un impuesto indirecto sobre el consumo. Un impuesto indirecto es el que no es percibido por el fisco directamente de la persona que soporta la carga del tributo. Se aplica en las transferencias a título oneroso de bienes y prestaciones de servicios, y quien soporta el impuesto (la carga fiscal) son los usuarios finales o consumidores. Cada actor en la cadena de añadido de valor paga a su antecesor en la cadena el IVA correspondiente al precio facturado por este, y a su vez percibe de su sucesor en la cadena el monto correspondiente al impuesto asociado al precio que facturó. Cada actor (excepto el consumidor final) es responsable ante la autoridad tributaria por liquidar y pagar la diferencia entre el IVA pagado (crédito fiscal) y el IVA cobrado (débito fiscal).Ejemplo El siguiente ejemplo muestra la mecánica simplificada, con un IVA generalizado de 10%.La empresa A produce, a partir de recursos naturales, el bien X1, al que fija un precio de 100 ¤ por unidad.A vende X1 a B, con un precio de 100 ¤, y añade 10 ¤ en concepto de IVA. Por lo tanto, B paga a A 110 ¤. Resultado fiscal: A es deudor del fisco por 10 ¤B transforma cada unidad de X1 en una unidad de X2, bien al que fija un precio de 150 ¤.B vende X2 al distribuidor C, adicionando IVA por 15 ¤. Por lo tanto, C paga a B 165 ¤. Resultado fiscal: B es deudor del fisco por 5 ¤ = (15 - 10)C distribuye X2 en el comercio minorista, fijando un precio de 200 ¤.C vende X2 a la tienda D, adicionando IVA por 20 ¤. Entonces, D paga a C 220 ¤. Resultado fiscal: C es deudor del fisco por 5 ¤ = (20 - 15)D vende X2 al público, fijando un precio neto de 240 ¤.El consumidor final F compra X2 en la tienda D. F paga por el producto 264 ¤. Resultado fiscal: D es deudor del fisco por 4 ¤ = (24 - 20)Como se ve en el ejemplo, todo el monto acumulado del impuesto (10+5+5+4=24 ¤) es soportado por el consumidor final (F), pero ha sido percibido en varias etapas intermedias: percepción(A+B+C+D) = impuesto pagado por el consumidor final.>> Tomado de Wikipedia (26-03-2009)De entrada, en ese ejemplo, # 1, el trabajo agregado por el fabricante A se considera como “recurso natural”, y si bien lo es, entonces resulta equiparado indebidamente a medios de producción o simplemente a objetos e instrumentos de trabajo.El Impuesto al Valor Agregado (IVA) es la moderna forma de impuesto indirecto aplicado a todos los compradores tanto de medios de producción con fines productivos o de bienes intermedios con fines también productivos o para su reventa al consumidor final, según disposiciones acogidas e implementadas por el Ejecutivo Nacional de los países que lo perciben. Se suma a la renta de licores, cigarrillos y otros.Como tal, el IVA lo sufren todos los compradores iniciales de mano de obra y medios de trabajo y objetos de trabajo, y los manufactureros intermedios (manufactureros o transformativos), así como los comerciantes finales de productos ya elaborados.Como se desprende, el Estado pecha con el IVA a todos los productores comerciantes y consumidores de bienes finales e intermedios y precedentes, con inclusión del primer vendedor de la mercancía que sea objeto de procesos productivos o mercantiles posteriores, e incluye casi todos los productos de la cesta alimentaria, calzado, vestido, bebidas gaseosas y espirituosas, viajes, y algunos servicios profesionales.Ahora paseémonos por el título de este impuesto, Impuesto al VALOR AGREGADO. En la literatura económica se entiende por VALOR AGREGADO o añadido la porción de valor (trabajo) nuevo que sólo por concepto de mano de obra se suma a determinado capital constante, a los medios de producción que reciben la manufactura inmediata para su transformación en una mercancía diferente (materias primas, energéticos, depreciaciones o insumos por desgaste de maquinarias y equipos,…).En la connotación contable, que sirve de base a los Estados para fijar cuantía porcentual del IVA en los diferentes países donde rige, IVA traduce simple diferencia entre valor de compra y valor de venta. Esta última definición amerita un tratamiento especial:En el caso del ejemplo de arriba, el productor de X1, A, receptor inicial de IVA, carga este al precio de venta (100), como si este valor y precio fuera 100% un valor agregado. Como sabemos, en A , X1 contiene un coste < 100 por concepto de capital constante insumido en la fabricación de X1, más el coste salarial inmediato de la mano de obra aplicada. Digamos que pagamos IVA por valor agregado y por el valor que recibe el agregado, por lo menos en la instancia o fase A que nos ocupa.O sea, el consumidor y el empresario inicial pagan IVA por las materias primas y medios de producción originarios o de primer orden y, lo más interesante, el trabajador paga IVA hasta por el componente de ganancia (plusvalía) que necesariamente se integra al valor 100 del ejemplo en cuestión.Corolario, el IVA de Venezuela y de todos los demás países capitalistas es pagado por los trabajadores y como tales son pechados hasta por la ganancia que dejan a sus patronos. Entonces, indolentemente, el Estado burgués, pecha a sus trabajadores por dejarse explotar por sus patronos. Resumiendo: En estas sociedades, el Estado a quienes se dejan explotar en los centros productivos, pecha por haberse dejado explotar según la rentabilidad y el valor agregado gratis que los asalariados dejan a favor del patrono.Pero en este artículo nos propusimos sugerirles a los gobiernos del mundo que bien podrían suavizarles esa pesada carga a los trabajadores. Como sábese, los asalariados no sólo viven para trabajar, sino que se ven obligados a consumir mercancías para sobrevivir, a convertir 100% de su paga en mercancías, a trasladarlo a las cajas de los comerciantes que involucran sus hábitos de consumo, salvo escasas porciones de ahorro por concepto de privaciones sufridas en las nunca satisfechas necesidades de los trabajadores de medianos y bajos ingresos salariales.Entonces, como quiera que los trabajadores convertirán sus salarios en mercancías, y como quiera que eso supone satisfacción del IVA, bien podría el Estado suavizar esa cobranza mediante el descuento directo por nómina y según los salarios. De esta manera, el Estado se ahorraría los gastos de recaudación, cajas registradoras y complementos tributarios, y así evitaría posibles distracciones en el manejo, circulación y recepción de un impuesto cuya cobranza se ha dejado en amos de intermediarios. Para las mercancías exoneradas los consumidores presentarían las respectivas solicitudes de reintegro según facturas ad hoc.
Cómo Suavizar el IVA
Manuel C. Martínez M.
26 mar. 09“
El IVA es un impuesto indirecto sobre el consumo. Un impuesto indirecto es el que no es percibido por el fisco directamente de la persona que soporta la carga del tributo. Se aplica en las transferencias a título oneroso de bienes y prestaciones de servicios, y quien soporta el impuesto (la carga fiscal) son los usuarios finales o consumidores. Cada actor en la cadena de añadido de valor paga a su antecesor en la cadena el IVA correspondiente al precio facturado por este, y a su vez percibe de su sucesor en la cadena el monto correspondiente al impuesto asociado al precio que facturó. Cada actor (excepto el consumidor final) es responsable ante la autoridad tributaria por liquidar y pagar la diferencia entre el IVA pagado (crédito fiscal) y el IVA cobrado (débito fiscal).Ejemplo El siguiente ejemplo muestra la mecánica simplificada, con un IVA generalizado de 10%.La empresa A produce, a partir de recursos naturales, el bien X1, al que fija un precio de 100 ¤ por unidad.A vende X1 a B, con un precio de 100 ¤, y añade 10 ¤ en concepto de IVA. Por lo tanto, B paga a A 110 ¤. Resultado fiscal: A es deudor del fisco por 10 ¤B transforma cada unidad de X1 en una unidad de X2, bien al que fija un precio de 150 ¤.B vende X2 al distribuidor C, adicionando IVA por 15 ¤. Por lo tanto, C paga a B 165 ¤. Resultado fiscal: B es deudor del fisco por 5 ¤ = (15 - 10)C distribuye X2 en el comercio minorista, fijando un precio de 200 ¤.C vende X2 a la tienda D, adicionando IVA por 20 ¤. Entonces, D paga a C 220 ¤. Resultado fiscal: C es deudor del fisco por 5 ¤ = (20 - 15)D vende X2 al público, fijando un precio neto de 240 ¤.El consumidor final F compra X2 en la tienda D. F paga por el producto 264 ¤. Resultado fiscal: D es deudor del fisco por 4 ¤ = (24 - 20)Como se ve en el ejemplo, todo el monto acumulado del impuesto (10+5+5+4=24 ¤) es soportado por el consumidor final (F), pero ha sido percibido en varias etapas intermedias: percepción(A+B+C+D) = impuesto pagado por el consumidor final.>> Tomado de Wikipedia (26-03-2009)De entrada, en ese ejemplo, # 1, el trabajo agregado por el fabricante A se considera como “recurso natural”, y si bien lo es, entonces resulta equiparado indebidamente a medios de producción o simplemente a objetos e instrumentos de trabajo.El Impuesto al Valor Agregado (IVA) es la moderna forma de impuesto indirecto aplicado a todos los compradores tanto de medios de producción con fines productivos o de bienes intermedios con fines también productivos o para su reventa al consumidor final, según disposiciones acogidas e implementadas por el Ejecutivo Nacional de los países que lo perciben. Se suma a la renta de licores, cigarrillos y otros.Como tal, el IVA lo sufren todos los compradores iniciales de mano de obra y medios de trabajo y objetos de trabajo, y los manufactureros intermedios (manufactureros o transformativos), así como los comerciantes finales de productos ya elaborados.Como se desprende, el Estado pecha con el IVA a todos los productores comerciantes y consumidores de bienes finales e intermedios y precedentes, con inclusión del primer vendedor de la mercancía que sea objeto de procesos productivos o mercantiles posteriores, e incluye casi todos los productos de la cesta alimentaria, calzado, vestido, bebidas gaseosas y espirituosas, viajes, y algunos servicios profesionales.Ahora paseémonos por el título de este impuesto, Impuesto al VALOR AGREGADO. En la literatura económica se entiende por VALOR AGREGADO o añadido la porción de valor (trabajo) nuevo que sólo por concepto de mano de obra se suma a determinado capital constante, a los medios de producción que reciben la manufactura inmediata para su transformación en una mercancía diferente (materias primas, energéticos, depreciaciones o insumos por desgaste de maquinarias y equipos,…).En la connotación contable, que sirve de base a los Estados para fijar cuantía porcentual del IVA en los diferentes países donde rige, IVA traduce simple diferencia entre valor de compra y valor de venta. Esta última definición amerita un tratamiento especial:En el caso del ejemplo de arriba, el productor de X1, A, receptor inicial de IVA, carga este al precio de venta (100), como si este valor y precio fuera 100% un valor agregado. Como sabemos, en A , X1 contiene un coste < 100 por concepto de capital constante insumido en la fabricación de X1, más el coste salarial inmediato de la mano de obra aplicada. Digamos que pagamos IVA por valor agregado y por el valor que recibe el agregado, por lo menos en la instancia o fase A que nos ocupa.O sea, el consumidor y el empresario inicial pagan IVA por las materias primas y medios de producción originarios o de primer orden y, lo más interesante, el trabajador paga IVA hasta por el componente de ganancia (plusvalía) que necesariamente se integra al valor 100 del ejemplo en cuestión.Corolario, el IVA de Venezuela y de todos los demás países capitalistas es pagado por los trabajadores y como tales son pechados hasta por la ganancia que dejan a sus patronos. Entonces, indolentemente, el Estado burgués, pecha a sus trabajadores por dejarse explotar por sus patronos. Resumiendo: En estas sociedades, el Estado a quienes se dejan explotar en los centros productivos, pecha por haberse dejado explotar según la rentabilidad y el valor agregado gratis que los asalariados dejan a favor del patrono.Pero en este artículo nos propusimos sugerirles a los gobiernos del mundo que bien podrían suavizarles esa pesada carga a los trabajadores. Como sábese, los asalariados no sólo viven para trabajar, sino que se ven obligados a consumir mercancías para sobrevivir, a convertir 100% de su paga en mercancías, a trasladarlo a las cajas de los comerciantes que involucran sus hábitos de consumo, salvo escasas porciones de ahorro por concepto de privaciones sufridas en las nunca satisfechas necesidades de los trabajadores de medianos y bajos ingresos salariales.Entonces, como quiera que los trabajadores convertirán sus salarios en mercancías, y como quiera que eso supone satisfacción del IVA, bien podría el Estado suavizar esa cobranza mediante el descuento directo por nómina y según los salarios. De esta manera, el Estado se ahorraría los gastos de recaudación, cajas registradoras y complementos tributarios, y así evitaría posibles distracciones en el manejo, circulación y recepción de un impuesto cuya cobranza se ha dejado en amos de intermediarios. Para las mercancías exoneradas los consumidores presentarían las respectivas solicitudes de reintegro según facturas ad hoc.

viernes, 27 de marzo de 2009

Con el IVA los trabajadores pagan por ser explotados

Cómo Suavizar el IVA
Manuel C. Martínez M.
26 mar. 09
“El IVA es un impuesto indirecto sobre el consumo. Un impuesto indirecto es el que no es percibido por el fisco directamente de la persona que soporta la carga del tributo. Se aplica en las transferencias a título oneroso de bienes y prestaciones de servicios, y quien soporta el impuesto (la carga fiscal) son los usuarios finales o consumidores. Cada actor en la cadena de añadido de valor paga a su antecesor en la cadena el IVA correspondiente al precio facturado por este, y a su vez percibe de su sucesor en la cadena el monto correspondiente al impuesto asociado al precio que facturó. Cada actor (excepto el consumidor final) es responsable ante la autoridad tributaria por liquidar y pagar la diferencia entre el IVA pagado (crédito fiscal) y el IVA cobrado (débito fiscal).
Ejemplo
El siguiente ejemplo muestra la mecánica simplificada, con un IVA generalizado de 10%.
La empresa A produce, a partir de recursos naturales, el bien X1, al que fija un precio de 100 ¤ por unidad.
A vende X1 a B, con un precio de 100 ¤, y añade 10 ¤ en concepto de IVA. Por lo tanto, B paga a A 110 ¤. Resultado fiscal: A es deudor del fisco por 10 ¤
B transforma cada unidad de X1 en una unidad de X2, bien al que fija un precio de 150 ¤.
B vende X2 al distribuidor C, adicionando IVA por 15 ¤. Por lo tanto, C paga a B 165 ¤. Resultado fiscal: B es deudor del fisco por 5 ¤ = (15 - 10)
C distribuye X2 en el comercio minorista, fijando un precio de 200 ¤.
C vende X2 a la tienda D, adicionando IVA por 20 ¤. Entonces, D paga a C 220 ¤. Resultado fiscal: C es deudor del fisco por 5 ¤ = (20 - 15)
D vende X2 al público, fijando un precio neto de 240 ¤.
El consumidor final F compra X2 en la tienda D. F paga por el producto 264 ¤. Resultado fiscal: D es deudor del fisco por 4 ¤ = (24 - 20)
Como se ve en el ejemplo, todo el monto acumulado del impuesto (10+5+5+4=24 ¤) es soportado por el consumidor final (F), pero ha sido percibido en varias etapas intermedias: percepción(A+B+C+D) = impuesto pagado por el consumidor final.>> Tomado de Wikipedia (26-03-2009)
De entrada, en ese ejemplo, # 1, el trabajo agregado por el fabricante A se considera como “recurso natural”, y si bien lo es, entonces resulta equiparado indebidamente a medios de producción o simplemente a objetos e instrumentos de trabajo.
El Impuesto al Valor Agregado (IVA) es la moderna forma de impuesto indirecto aplicado a todos los compradores tanto de medios de producción con fines productivos o de bienes intermedios con fines también productivos o para su reventa al consumidor final, según disposiciones acogidas e implementadas por el Ejecutivo Nacional de los países que lo perciben. Se suma a la renta de licores, cigarrillos y otros.
Como tal, el IVA lo sufren todos los compradores iniciales de mano de obra y medios de trabajo y objetos de trabajo, y los manufactureros intermedios (manufactureros o transformativos), así como los comerciantes finales de productos ya elaborados.
Como se desprende, el Estado pecha con el IVA a todos los productores comerciantes y consumidores de bienes finales e intermedios y precedentes, con inclusión del primer vendedor de la mercancía que sea objeto de procesos productivos o mercantiles posteriores, e incluye casi todos los productos de la cesta alimentaria, calzado, vestido, bebidas gaseosas y espirituosas, viajes, y algunos servicios profesionales.
Ahora paseémonos por el título de este impuesto, Impuesto al VALOR AGREGADO. En la literatura económica se entiende por VALOR AGREGADO o añadido la porción de valor (trabajo) nuevo que sólo por concepto de mano de obra se suma a determinado capital constante, a los medios de producción que reciben la manufactura inmediata para su transformación en una mercancía diferente (materias primas, energéticos, depreciaciones o insumos por desgaste de maquinarias y equipos,…).
En la connotación contable, que sirve de base a los Estados para fijar cuantía porcentual del IVA en los diferentes países donde rige, IVA traduce simple diferencia entre valor de compra y valor de venta. Esta última definición amerita un tratamiento especial:
En el caso del ejemplo de arriba, el productor de X1, A, receptor inicial de IVA, carga este al precio de venta (100), como si este valor y precio fuera 100% un valor agregado. Como sabemos, en A , X1 contiene un coste < 100 por concepto de capital constante insumido en la fabricación de X1, más el coste salarial inmediato de la mano de obra aplicada. Digamos que pagamos IVA por valor agregado y por el valor que recibe el agregado, por lo menos en la instancia o fase A que nos ocupa.
O sea, el consumidor y el empresario inicial pagan IVA por las materias primas y medios de producción originarios o de primer orden y, lo más interesante, el trabajador paga IVA hasta por el componente de ganancia (plusvalía) que necesariamente se integra al valor 100 del ejemplo en cuestión.
Corolario, el IVA de Venezuela y de todos los demás países capitalistas es pagado por los trabajadores y como tales son pechados hasta por la ganancia que dejan a sus patronos. Entonces, indolentemente, el Estado burgués, pecha a sus trabajadores por dejarse explotar por sus patronos. Resumiendo: En estas sociedades, el Estado a quienes se dejan explotar en los centros productivos, pecha por haberse dejado explotar según la rentabilidad y el valor agregado gratis que los asalariados dejan a favor del patrono.
Pero en este artículo nos propusimos sugerirles a los gobiernos del mundo que bien podrían suavizarles esa pesada carga a los trabajadores. Como sábese, los asalariados no sólo viven para trabajar, sino que se ven obligados a consumir mercancías para sobrevivir, a convertir 100% de su paga en mercancías, a trasladarlo a las cajas de los comerciantes que involucran sus hábitos de consumo, salvo escasas porciones de ahorro por concepto de privaciones sufridas en las nunca satisfechas necesidades de los trabajadores de medianos y bajos ingresos salariales.
Entonces, como quiera que los trabajadores convertirán sus salarios en mercancías, y como quiera que eso supone satisfacción del IVA, bien podría el Estado suavizar esa cobranza mediante el descuento directo por nómina y según los salarios. De esta manera, el Estado se ahorraría los gastos de recaudación, cajas registradoras y complementos tributarios, y así evitaría posibles distracciones en el manejo, circulación y recepción de un impuesto cuya cobranza se ha dejado en amos de intermediarios. Para las mercancías exoneradas los consumidores presentarían las respectivas solicitudes de reintegro según facturas ad hoc.

miércoles, 25 de marzo de 2009

Salarios desiguales y combinados

Salarios desiguales y combinados

Econ. Manuel C. Martínez M.

25-03-2009

Desde nuestra más temprana edad, cuando empezamos a razonar, lo hacemos mediante reflexiones y juicios sobre las cosas que nos rodean tanto lejanas como mediatas e inmediatas, y sobre la conducta de nuestros semejantes y hasta sobre la de nosotros mismos.

Y si a algo le seguimos damos respuestas especulativas es a la evidente, cotidiana y todavía no suficientemente esclarecida desigualdad de los salarios existentes en estas sociedades de trabajadores, parásitos y patronos.

En este momento resulta oportuno reafirmar que de ninguna manera son trabajadores los patronos o inversionistas ni los supervisores de calidad laboral, ni los custodios ni muchos otros personajes que aparecen en nóminas y estados financieros de las empresas industriales de producción, comercio y finanzas. El hecho de recibir una paga sólo encarece los costos de producción, digamos que, por el contrario, merman el monto de ese Valor Agregado (VA), exclusiva y redundantemente, por esos asalariados, con el cual sus verdaderos creadores bien podrían salir de la pobreza donde crónicamente se hallan.

Tampoco son trabajadores los cuerpos burocráticos de índole no sanitaria ni docente ni procientífica. La policía, los militares, los tribunales, muchos ministros y gerentes gubernamentales, por altruistas y connotados que resulten, sólo limitan sus roles a coparticipar consuntivamente en dicho Valor Agregado (VA). Sus labores son tan improductivas como las de destapar huecos para rellenar otros, es decir, son más bien un Valor Desagregado (VD), y buena parte de su *justificación* contable responde al mismo proceso social que no termina por hacer de cada trabajador un hombre comunista, no sólo preparado técnicamente, sino moral, responsable y solidariamente comprometido con sus responsabilidades comunitarias, o potencialmente comunistas. Y sus pagas sólo sirven para la compra de servicios ineluctablemente importantes para la conservación clasista de la misma sociedad que los sostiene y los acuna.

Si, por ejemplo, los capitalistas renunciaran a sus ganancias, los costos de producción se vendrían abajo, y aquellos no podrían justificar su paga ni su riqueza adquirida a punta del curioso proceso laboral mediante el cual los trabajadores crean una riqueza mayor al monto de sus salarios.

Así las cosas, resulta interesante respondernos porqué unos trabajadores reciben mejor paga que otros, con independencia de su capacidad productiva. Es que en nuestras sociedades los salarios también se hayan muy desigualmente distribuidos, en una suerte de simetría social plenamente concordante con la desigualdad imperante que caracteriza la coexistencia de clases y conglomerados sociales, unas más parasitarias que otras, unas explotadodoras, otras sumamente trabajadoras, al lado de otras de indigentes y vivianes.

Quede claro que los irregulares y codiciados altos salarios que suelen recibir la alta burocracia, la alta gerencia y el personal administrativo superior de los organismos del Estado, ni de los de las grandes empresas industriales, no se ajustan, linealmente a sus aportes laborales. Por ejemplo, las labores de fiscalización, de dirección, de contraloría, o de policía, no añaden absolutamente nada al proceso productivo de ninguna sociedad, sino, por el contrario, insistimos, reducen notoriamente el valor de la riqueza creada que de otra manera mejoraría las condiciones sociales de vida de los verdaderos trabajadores.

El capital es sólo una Renta

El Capital es sólo una Renta, no una Propiedad
Econ. Manuel C. Martínez M.
30-nov-07
Si partimos de la premisa de la propiedad privada como base de la explotación de unos hombres por otros, los trabajadores del sistema burgués deberían ser los únicos propietarios individuales ya que sólo ellos poseen la capacidad para crear valores de uso convertibles en valores de cambio, o sea bienes canjeables por dinero con miras a cubrir ofertas y demandas de amplio giro.
Cuando se afirma que Fulano, llamado empresario productor, como dueño particular de un capital, D1, a este canjea por medios de producción, y lo emplea en la contrata mano de obra asalariada para producir mercancías, M; y que Mengano, llamado comerciante, como dueño particular de otro capital, D2, se dedica al comercio de M; y que, Zutano, llamado banquero, como dueño particular de otro capital, D3, financia las operaciones dinerarias de Fulano y Mengano, cuando eso afirmamos estamos atribuyéndole propiedad privada a los tres protagonistas de la explotación capitalista, y a ojos vistas pareciera que verdaderamente estamos ante un irrebatible aserto.
Pero bien miradas las cosas, Fulano ni Mengano ni Zutano no necesariamente tienen que ser propietarios de nada, ni de un solo dólar. Efectivamente, cuando el empresario productor y el comerciante acuden al banquero para proveerse de capital dinerario a fin de comprar los medios de producción y contratar obreros, o destinarlo a la compra venta de mercancías fabricadas por Fulano, estamos admitiendo que para explotar asalariados no se necesita capital propio alguno, ni tampoco para obtener ganancias comerciales. Y si nos paseamos por el incuestionable hecho de que la banca privada usa como capital el mismo que sus ahorristas le han depositado, tenemos que admitir que Fulano, Mengano y Zutano terminan repartiéndose el plusvalor por el sólo hecho de ser empresarios, de ser comerciantes o de ser banqueros.
Entonces, tenemos que buscar otro argumento alterno a la propiedad privada sobre los medios principales de producción que valide la toma de ese plusvalor, y ese no puede ser otro que el simple carácter social y rentístico que tiene la clase de estos tres explotadores. Es decir, basta con fungir de empresario productor de alguna mercancía importante, con dedicarse a su comercialización o al financiamiento con dinero ajeno de ambas operaciones, para tener el derecho de propiedad privada sobre los excedentes laborales que los asalariados entregan gratis a su explotador.
Ahora bien, obsérvese que Fulano, si no tomara dinero prestado, e invirtiera su propio capital, D1, se quedaría con su parte y la del banquero (Zutano), pero como lo toma a préstamo inferimos que sus ganancias responden a su mero rol de empresario, rol de rentista burgués.
Y si Fulano, además comercializa toda su producción de M, sin valerse de Mengano, entonces terminaría apropiándose 100% del plusvalor, pero como el supuesto capital aportado por este Fulano (D1) le es íntegramente devuelto a través del reintegros de amortizaciones varias y de sobrecostes añadidos a M por concepto de materias primas y afines, este Fulano termina disponiendo de una plusvalía, de una Renta sólo por su condición de explotador, de ser empresario, por ser miembro de la clase explotadora, sin ser propietario privado de ningún capital.
Concluimos y decimos que los trabajadores son los verdaderos propietarios privados de todos los medios de producción y de todob el arsenal mercantil , habida cuenta que son los únicos creadores de la riqueza artificial.
Corolario:
la propiedad clasista o económica (p. rentística) está legalizada a través de la propiedad jurídica. Esta es impuesta por unas leyes extranaturales o sociales de autoría o hechura clasista, gracias a los ventajimos de una clase que logra difundir, legalizar y juríridicamente darle valor y credibilidad a la propioedad privada. Esta existe mediante registros y escrituras coadmitidas que se plasman en títulos de propiedad jurídica.

viernes, 20 de marzo de 2009

Fin del keynesianismo

¿Hasta cuándo el Keynesianismo?
(Apología del Antiliberalismo o Capitalismo Regulado)
Manuel C. Martínez M.
20 mar. 09
El Keynesianismo ha sido una estrategia burguesa apologizada por aquellos empresarios de elevado giro financiero y energético. Estos le temen el derrumbe del sistema capitalista ante la presencia de muchos medianos y pequeños empresarios amenazados de ruina. La defensa del keynesianismo y su implementación tuvo al empresario inglés John Maynard Keynes a la cabeza. Digamos que él mismo fue su autor material e intelectual.
Oficial y paradójicamente, esta política económica intervencionista, o antiliberal, por así decirlo, viene aplicándose con mucho éxito desde hace más de 60 años. Su oportuno caldo de cultivo fue una Europa devastada al término de la Segunda Guerra Mundial (siglo XX), y en paralelo, lo fue la existencia de una sobreproducción real y potencial alcanzada por la “próspera” industria norteamericana. Una guerra que fue consecuencia de anteriores crisis económicas, en una suerte de causas y efectos exponencialmente cíclicos que cual pirámide espiralada con fauces agigantadas con cada vuelta que van engendrando las crisis precedentes.
También es un hecho notorio que desde hace sus buenas décadas la literatura económica se ha enriquecido con los detalles de semejante estrategia, habida cuenta de que mediante ella se ha “garantizado” la supervivencia y retoma del mismo sistema burgués cada vez que este se ve amenazado de extinción, pero que, cual maldición sisifiana suele recomponerse a partir de sus propios deshechos.
Los políticos inescrupulosos llegados al poder con el financiamiento de la misma oligarquía nacional, misma que funge de testaferros económicos natos de la alta oligarquía internacional, han visto en el Gasto Keynesiano un filón de corrupción que les ha garantizado el más nauseabundo enriquecimiento legalista y democrático y “soberanamente” constitucional. Hasta por las piedras es conocido que por cada dólar invertido keynesianamente los corruptos terminan embolsillándose otro dólar o más dólares con cargo al sudor presupuestario y tributario de los ciudadanos trabajadores.
A continuación damos una apretada síntesis de lo que podríamos llamar: Eficaz terapia para el Capitalismo en su fase transnacionalista:
<La esencia de la teoría keynesiana estriba en que el Estado burgués, con el fin de conservar y consolidar el régimen capitalista, debe intervenir activamente en la vida económica y asegurar elevadas ganancias a los monopolios capitalistas más importantes. Para ello, a juicio de Keynes, hay que fundar y ampliar empresas capitalistas a cuenta del presupuesto estatal, hay que prestar ayuda financiera a los monopolios.
No es pequeño el papel que confiere Keynes al desarrollo de las industrias de la guerra con el fin de aumentar el empleo de la población y disminuir el crecimiento del paro forzoso1. Para llevar a cabo estas medidas, Keynes y sus partidarios proponen elevar los impuestos que pagan los trabajadores, intensificar más aun el trabajo de los obreros.
Desde el punto de vista de Keynes, las crisis económicas pueden superarse regulando la circulación monetaria2. Para que se eleve la ocupación y se amplíe la producción, propugnaba Keynes que el Estado asegurara el incremento de la rentabilidad disminuyendo el salario real de los trabajadores3, redujera el tipo de interés, recurriera a la inflación4, mantuviera una política de militarización de la economía a costa de los recursos estatales, aumentara los gastos con otros fines no productivos5.
Entendía Keynes que el Estado burgués puede reducir el paro forzoso si se regula el consumo6, la inversión de capital en la producción y el nivel del tipo de interés.
Keynes y sus partidarios se han manifestado como apologistas del capitalismo monopolista de Estado7. Al mismo tiempo propugnan que el Estado burgués utilice a los desocupados en obras públicas que han de contribuir a que se incorpore fuerza de trabajo adiciona y a que aumente la demanda de artículos de consumo. Bajo el capitalismo los consumidores fundamentales son las masas trabajadoras, y sólo es posible aumentar en gran escala la demanda de bienes de consumo elevando el bienestar de las amplias masas populares, cosa que el keynesianismo no prevé. Carecen de bases científicas las tentativas de los keynesianistas en el sentido de explicar por motivos psicológicos8, las crisis de superproducción, las fluctuaciones de los precios en el mercado, etc., así como asignar al tipo de interés un papel extraordinario en la economía del mundo capitalista.
Las concepciones económicas de Keynes figuran en la base de la teoría de la “economía dirigida”, teoría difundida en el mundo capitalista, y que han incorporado también a su arsenal los socialistas de derecha y los revisionistas8. >> Tomado de: Multiautoría, ”Diccionario Marxista de Economía”, Ediciones de Cultura Popular, México, 1979.
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1) Paro forzoso: Cuota inevitable de desempleados derivada de una oferta de trabajo convencionalmente mayor que su demanda.
2) Regulación monetaria: Control de cambio de divisas a fin de que sean filtradas con preponderancia hacia la alta oligarquía en su condición de mejor postor. Los mercados “negros” surgen y se alimentan con cada CC. Obsérvese que estos mercados carecen de control y curiosamente sus agentes no son perseguidos por el Estado.
3) Disminución del salario real: El poder de compra del salario está en función de los precios de la oferta, y estos lo están en función del poder adquisitivo de la moneda nacional respecto de las divisas mundiales y capitalistamente fuertes, dólares, libras, euros y afines. Esto despeja cualquier duda acerca de la antipopular y proburguesa defensa a ultranza que suele anidarse en la mentalidad infantil de muchos defensores de las “devaluaciones del bolívar” (caso venezolano).
Imperialistamente, keynesianamente, “entre gallos y…” en los pacatos y aristocráticos hoteles Bretton Woods se decidió adoptar el dólar como referencia básica calculatoria para el valor de todas las demás monedas del mundo capitalista.
Tan pronto fue endiosada la moneda fiduciaria y sacado del juego el “patrón oro”, la paridad monetaria nacional de los países carentes de autonomía económica fueron enraílados a la cola de un dólar cada vez más empobrecido e inorgánico.
Por cierto, la cuantiosa y nominal ayuda monetaria que hoy hace el gobierno de USA a la banca principal es en moneda megadevaluada, y de allí su abultado monto nominal.
4) La inflación. Se trata de un mecanismo crónico, recurrente, y derivado del carácter inorgánico del dólar y demás monedas atadas a su convertibilidad.
5) Gastos no productivos. La impune y descontrolada malversación de fondos es un buen ejemplo de ellos. El empleo burocrático proselitista es otro b. ejemplo.
6) Regulación de consumo: Se refiere a su orientación unidireccional, según decisiones del Estado, para favorecer empresas de dudosa rentabilidad, hoy llamadas e. intoxicadas. La bancarización del salario y demás pagos burocráticos a través de la banca privada es un ejemplo.
7) Capitalismo monopolista de Estado: Las nacionalizaciones revestidas de socializaciones dan cuenta de esta modalidad de intervencionismo estatal. Y
8) Un keynesianismo inductor de la “economía (capitalista) dirigida”: Obsérvese el copioso acervo de términos marxistas y leninistas que usual y aspaventosamente adorna el discurso de los reformistas y derechistas conductores de esos socialismos de laboratorio. Buscan con ellos ayudar a la supervivencia rentable de un sistema ya predestinado a morir, pero susceptible de “terapias intensivas” o de intubaciones varias.
Las manifestaciones populares parisinas de ayer, 19/03/2009, nos mostraron una masa de trabajadores que solicitaron el cese de la política keynesiana, buena para alimentar el capital dinerario de los empresarios venidos a menos, y su reversión en ayudas directas a la masas de los consumidores potenciales representados por los trabajadores empleados y desempleados y sin reservas monetarias suficientes para enfrentar las calamidades económicas que se avecinan.

jueves, 19 de marzo de 2009

Folklore al Servicio de Intereses Avasallantes

Folklorismo Alienante

Por Manuel C. Martínez M.
18 mar. 09

Por definición y como ciencia introducida por el inglés W. S. Thoms (1846), Folklore traduce “ciencia popular”. Está dedicada al estudio y praxis ocasionalmente alegóricos de las arcaicas creaciones culturales, asistemáticas y espontáneas, reveladoras de la evolución cultural de los países política y económicamente más connotados en la actualidad. Por su parte, la Historia Universal da cuenta del “folklore” de las culturas ya desaparecidas.

Como tal, la respetamos, pero nos resulta curiosa y capciosa la aplicación que suelen darle al Folklore en América Latina los gobiernos inescrupulosos que han venido compartiendo la transculturización y destrucción sistemática de la cultura precolombina.

Nos referimos a que el folklore latinoamericano, particularmente venezolano, desde la Tercera República (1830) sigue fomentando, remarcando, divulgando y hasta retomando las viejas usanzas criollas de nuestros aborígenes como si tal cosa. Tan así es que nuestros textos de Historia de América Latina e Historia de Venezuela hacen gala de un ridículo y antipedagógico exhibicionismo de la vestimenta, utensilios y armas utilizadas por los habitantes de otrora de lo que hoy se conoce como territorio venezolano y caribeño.

Ese folklorismo literario nos pinta un “indio” semidesnudo, embobalicado, timorato y “primitivo” que pareciera endiosar al invasor de aquellos fatídicos años cuando buena parte de los europeos decidieron apropiarse de cuanto territorio, Fauna y Flora y Minerales se les travesara en las ya por ellos conocidas rutas de sus viajes exploratorios con fines marcadamente politicoeconómicos. De tales aborígenes son inocultables sus aires de inferioridad. Ese Folklorismo mediático nos pinta también y en paralelo un “caballero” lujosamente vestido, a caballo, con una espadota y un “palomota” resaltada en sus ceñidos pantalones. De tales invasores sus aires de superioridad son inocultabilísimos.

Eso nos da pie para inferir que de partida estamos ante una capciosa o demagógica contradicción ya que dicha praxis termina reciclando, valorando y presentando como vivo el ya desfasado acervo de manifestaciones empíricas y artesanales, las costumbres y usanzas de primitivo estilo. Por el contrario, el acervo científico se limita a la tecnologización y actualización de los avances que van lográndose con la dinámica social e investigativa, y a la Historia de la Evolución Científica pasan como fases evolutivas todas las leyes y principios precedentes y oportunamente superados y abiertamente señalados como obsoletos.

Es más, como quiera que en Venezuela hay sobrevivientes marginales de viejas y originales civilizaciones, con sus territorios mantenidos por el sistema capitalista como “Sociedades en Barbecho” (Confere “aporrea.org”), entonces a esas sociedades se las ha pretendido repatriar, y bajo el pretexto de conservarlas y respetarles su originalidad, siguen exhibiéndolas con sus mismos retrasos tecnocientíficos, sus misma vestimenta y e iguales armamentos de milenaria antigüedad.

El fenómeno del folklorismo inducido cobra mayor importancia cuando este se da en unas sociedades modernas caracterizadas precisamente por aceleradas enseñanzas académicas, ya en sí mismas alienantes tanto en los pénsumes de las mal llamadas ciencias duras como en los de las materias humanísticas.

Pensamos que sería más provechosos para antiguos y modernos, para civilizados y primocivilizados, que estas culturas rezagadas sean presentadas con casi todas las características tecnocientíficas modernas. Creemos que al aborigen del siglo XVI debe presentarse con otros aires y no como un vulgar y despreciable tiraflechas, a fin de que los niños, niñas y adolescentes venezolanos y venezolanas, respectivamente, no sufran esa doble carga de alienación que hoy por hoy viabiliza un folklorismo sospechosamente interesado en colocarnos a todos como seres dignos de lástima y mendicantes de “ayudas” de quienes precisamente hoy como ayer se comportan como atropelladores contemporáneos, como los mismos invasores del siglo XVI.

lunes, 16 de marzo de 2009

INCONSISTENCIAS CONSTITUCIONALES y ACADÉMICAS

Inconsistencias en la Constitución Venezolana

Manuel C. Martínez M.

16 mar. 09

Decimos inconsistencias porque a la CRBV se la viene caracterizando como asexista, pero contradictoriamente su texto es cruzado allá y acullá por voces que inevitablemente terminan convalidando el “sexismo” practicado por la propia Real Academia de la lengua Española en su connotado Diccionario.

Tan así es que los muy apreciados y apreciadas, respectivamente, ministros y “ministras”; los distinguidos y distinguidas, respectivamente, diputados y “diputadas”; los capacitados y capacitadas, respectivamente, fiscales y “fiscalas”; los honrados y honradas, respectivamente, magistrados y “magistradas”; los académicos y académicas, respectivamente, profesores y “profesoras” ; los defensores y defensoras, respectivamente, políticos y “políticas”; los ávidos y ávidas, respectivamente, lectores y “lectoras”; los tercos y tercas, respectivamente, pendejos y “pendejas”; los aprovechados y aprovechadas, respectivamente, educados y “educadas”, y los productivos y productivas, respectivamente, gerentes y “gerentas” de la cosa pública, citan literal, expresa y separadamente los dos sexos de los ciudadanos “y ciudadanas” (sic), en un petulantísimo y antieconómico alarde de respeto a los DD HH de la mujer.

Como allí puede observarse, en el párrafo precedente, las personas de sexo masculino siguen en primer plano, porque así es cómo también aparecen citadas las personas referidas en dicha Constitución, y en el diccionario que nos ocupa.

Toda esa inconsistencia se manifiesta desde el Art. 24 en el cual sólo los reos y las “reas” son susceptibles de retroactividad legal cuando en ello les vaya uno que otro beneficio.

Desde luego, “los capacitados y capacitadas, respectivamente, redactores y redactoras de semejantes inconsistencias se acogieron a normativas gramaticales impuestas por los académicos y académicas” de la referida real Academia Española, respetables personajes que todavía arrastran resabios feudales enquistados en el contemporáneo sistema burgués.

De allí que un paseíto por el DRAE permite reconocer que en éste todos los adjetivos susceptibles de ambos géneros gramaticales sufren de una discriminación “sexista” de irrebatible afirmación. Así es cómo allí nos encontramos con: aaranónico, ca; alto, ta; negro, gra; babilonio, nia; cabalgador, ra; zamorano, na; zapatero, ra.

Ese marcado “generismo” o sexismo gramatical que practican los académicos de la lengua española choca de frente con el rígido orden alfabético que sirve para clasificar todo el paquete de artículos comprendidos dentro de los límites literales propios de la lengua española. Su simetría alfabética sólo es violada por dicho sexismo gramatical.

Y así como algunos denodados y denodadas, respectivamente, funcionarios y funcionarias de esta Administración Pública reforman, enmiendan y proyectan seguir haciéndolo, el texto de la CRBV, asimismo los invitamos a que proyecten una reforma de la gramaticidad sexista que sigue apareciendo en el discurso político venezolano.

Tales funcionarios y funcionarias no terminan de comprender que una cosa es el texto escrito y otra su expresión oral; que, por ejemplo, si escribimos El Salvador, leeremos: Las elecciones “del” Salvador del pasado domingo. Deben comprender que ese asexismo sólo se traduce en cacofonías e improductivas e inconsistentes ataduras gramaticales que no necesariamente impone su texto vigente, a pesar de que literalmente así lo hace.

domingo, 15 de marzo de 2009

La Pirámide del Mercado de Mascotas Escuálidas

La Pirámide del Mercado de Mascotas Escuálidas

Manuel C. Martínez M.

14 mar. 09

León Tolstoi, escritor moralista ruso, murió convencido de que los miembros de la mal llamada “clase media” social buscaban infructuosamente parecerse a los de la oligarquía burguesa, pero sólo lograban un gran parecido entre sí mismos.

Es así cómo a esos medioclasistas se les va la vida adoptado costumbres, usanzas y procederes rayanos en una curiosa ridiculez de la cual no terminan teniendo conciencia alguna.

Lucy Ball, pelirroja comediante del cine de décadas atrás, representó a una “escuálida”. Tratóse de una viuda con hijos menores de edad, y sin patrimonio heredado ni propio. Se las veía negra para seguir conservando su forjado estatus de clase media.

Vivía de prestamista en prestamista, recibía créditos de unos para pagarles a otros. Encontrándose una vez en la peluquería de impagable “zona residencial”, oyó que otras compañeras de su clase hablaban de sus chicas de servicio doméstico. La una le preguntaba a la otra: Tú, ¿no tienes cachifa? _Claro que sí, le respondía su interlocutora.

La viuda almacenó esa información, y esta la desequilibró de tal manera que tan pronto llegó a su “apartamento” fue a los minianuncios comerciales en búsqueda de trabajo. Como no era profesional ni técnica alguna, se empleó como doméstica en una ciudad vecina, turno de la mañana. Con su paga pudo contratar su personalísima cachifa para seguir cubriendo su aburguesada apariencia de clase media.

Las mascotas con “pedigree” son un caso muy venezolano que se presenta entre esta comentada clase media. Todo comenzó con la adquisición de perros finos por algunos de sus miembros, inicial y económicamente más holgados. Sus modestos salarios e ingresos afines tuvieron que compartirlos con el nuevo y putativo miembro de la familia. Veterinarios, medicinas de alto precio, lavado, peluquería, etc. Una buena parte de ese presupuesto terminó privando hasta en desmedro de sus verdaderos hijos, y de ellos mismos como padres de familia.

Entonces, optaron por asociarse los dueños de machos con los de hembras a fin de reproducirlos. Fue así cómo empezó el mercado de mascotas con pedigree o de mediano mestizaje. Lo siguen haciendo a fin de recuperar los inhonrables y millonarios costes de tenencia de semejantes animalitos.

Pero como ese mercado de compradores tiene como límite el número de otros escuálidos deseosos de conservar su fachada de burgueses, y estos termina desembocando en la misma necesidad de convertirse en criadores, el mercado de mascotas de los escuálidos termina saturándose. Digamos que podría colapsar como lo hacen todos los mecanismos piramidales de cuestionada práctica financiera.