domingo, 22 de febrero de 2009

Arquímedes y al Relación Erótica Humana

Sadelas

Sociedad Amigos de la Salud *

Arquímedes y la Relación erótica humana

Dos cuerpos alineados paralelamente y superpuestos frontalmente entre sí no pueden autoimpulsarse ya que si se apoyaran en sus extremos tenderían forzosamente a seguir paralelos y conservarían la angularidad de partida.

En el caso de la Relación erótica humana, bajo la forma convencional, vis a vis, los vientres planos juegan un papel determinante a fin de lograse una sana y satisfactoria práctica amorosa.

Basta con imaginarnos uno de los vientres abultados para que el paralelismo corporal deje de ser tal, y la pareja adopte ángulos más o menos obtusos, más o menos agudos, pero diferentes a cero grado angular. Cuando esta postura se da, se abre la posibilidad de que entren en juego las leyes arquimedesianas y el vientre de una de las parejas o los de ambas se conviertan en puntos de apoyo separatistas ya que los cuerpos en funciones forzosamente alejarían ora sus extremidades inferiores, ora sus bustos si estaban besándose, por ejemplo.

Digamos que los vientres sobreabultados facilitan un curioso vaivén que permitirá de todo menos el término de una perfecta extasiadora relación coital. Salvo que el hombre contranaturalmente esté dotado de excedentes penianos, o sacrifique parte de la relación, o sea que estaría impedido para besar simultáneamente, lo cual también resta completitud al acto amoroso.


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* Sociedad, en su sentido holístico, porque cada ser humano la representa. Sólo por desviaciones del pensamiento aún no enderezadas, tendemos a salirnos de ella, como si la primera estuviera allá, y el segundo, acá.

Manuel C. Martínez C.

263_09/02/2007

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